Miguel A. Rodríguez
Una de cada cuatro personas que desea emprender en México no lo hace por miedo a fracasar. Muestra de ello es que 89 por ciento han arrancado sus negocios con dinero propio o préstamos de su familia. Sin embargo, emprender no es fácil. El 80 por ciento de las empresas que se crean cierran antes de terminar el segundo año. Lo más triste es que la mayoría de estos negocios fallan por falta de innovación.
Convencido de que estas cifras deben cambiar, quiero aprovechar para hablarles de una herramienta que les ayudará a tener un mejor desempeño en sus modelos de negocio innovadores. Se trata del modelo Canvas, enfocado en cuatro áreas: clientes, oferta, infraestructura y viabilidad económica. Sin embargo, Canvas es solo una herramienta, pero requiere de creatividad y esfuerzo por parte del emprendedor.
Ya sabemos que todo negocio crece por los clientes, pero usted debe cuidar los que tiene y fidelizar los que llegan. Ser mejores personas nos lleva a tener éxito con la clientela, pero herramientas como Canvas también ayudan a clasificarlos, a caracterizarlos y a conocer sus hábitos de consumo, aspectos que ayudarán al emprendedor para ofrecer mejores productos y servicios. Bien aplicada, Canvas lleva al éxito empresarial.
Esta herramienta debería ser aplicada a nuestra vida como algo que he denominado la ‘Vitamina R’, aquella que nos lleva a no hablar de emociones destructivas como la rabia, el rencor, la revancha y la frustración. Si manejamos nuestra vida como una empresa organizada y eficiente, mejoraremos procesos, reflexionaremos más, sanaremos, nos evaluaremos y tendremos clientes.
¿Cuáles son nuestros clientes? La sociedad, nuestro entorno, nuestro núcleo más cercano. Veamos esa ‘Vitamina R’ como la razón que tenemos para caminar hacia el conocimiento, hacia el crecimiento personal; hacia un despertar en nuestro interior, aprovechado todas las capacidades que tenemos, seguros de que seremos competentes en cada cosa que hagamos.