Las divisiones sociales han adquirido un nuevo matiz: los que se pueden quedar en casa, y los que no tienen de otra más que salir a seguir buscando su sustento
Ramón Santillana
Lo que se dijo que iba a pasar, está pasando. Escuelas cerradas, resistiéndose por años dentro de un sistema educativo obsoleto, con enseñanzas del siglo XIX aplicadas a personas del siglo XXI. Ya no tienen opción. La tecnología es imprescindible. Los espacios físicos opcionales. ¿Qué pasará con los calendarios, también obsoletos desde hace décadas? La razón de las “vacaciones” de verano, era porque se trataba de aprovechar las épocas de cosecha agrícola para que los niños ayudaran a sus padres en dicha labor. ¿No es momento de plantearse distintas opciones?
Y qué decir del entretenimiento. De pronto nos sobra el tiempo. Ese que siempre tuvimos, pero ahora sabemos lo mal que era administrado. Lo erróneas de nuestras prioridades. Tenía que ocurrir esto para que, por fin, la sociedad toda, se diera cuenta de la importancia que tienen los músicos, los escritores, los editores, cineastas, pintores. El arte es lo que está haciendo del encierro algo más llevadero.
¡Qué importante es tener lazos familiares sólidos y sinceros! Para quien no los tuvo, ¡qué incómodo encierro! Viendo todo el tiempo a los rostros de los que huían por muchas horas de cada día.
Las divisiones sociales han adquirido un nuevo matiz: los que se pueden quedar en casa, y los que no tienen de otra más que salir a seguir buscando su sustento. Los privilegiados, los que tenemos opción, versus los que no la tienen.
Se dijo que dejáramos de aceptar dinero en efectivo en muchas casetas de cobro. Desde hace años se viene anunciando el fin del dinero físico. Los humanos, seres tan llenos de costumbres, no habíamos puesto atención. La era de los billetes y monedas, tal cual la conocemos, ya se acabó.
Disfrutemos la manera en cómo se va perfilando la nueva vida, diseñemos el presente con plena conciencia, hagamos limpia de clósets, de ideas obsoletas y de proyectos inútiles.
Los grandes cambios, los avances más fundamentales, vienen después de las crisis. Esta es una crisis. Enfrentémosla con optimismo, que los cambios por venir no serán sencillos, pero sin duda nos llevarán a un nuevo espacio lleno de enseñanzas, esperanzas y anhelos.