André Agassi fue un tenista diferente, además de tener un juego intrépido, poderoso, rápido y agresivo, también fue un revolucionario
Iván Torres
Seguramente varios lectores habrán visto los primeros capítulos de “El Último Baile”, este documental seriado que habla del equipo de basquetbol de los Chicago Bulls’ donde figura de principio a fin y como estrella principal, el gran Michael Jordan. Una historia que se tenía que volver a contar ya que los que vivimos esa etapa del deporte, pasamos por el deleite y disfrutamos de los partidos de uno de los cinco mejores atletas de la historia. Volvimos a vivir esas hazañas y reflexionamos en lo complicado que es ganar en cualquier deporte así seas el mejor. Ahí se manifiesta un ejemplo, Jordan siendo una estrella, no ganó su primer título de forma inmediata, tuvieron que pasar siete años para convertirse en campeón de la NBA y mire que ya era considerado un fenómeno. En ese 1991, tal como lo dice viva voz, “por fin, entraba en la categoría de Larry Bird y “Magic” Johnson”. Una serie que hay que seguir no sólo por la historia sino por los muchos valores que se pueden recopilar en estos tiempos donde se necesita alta autoestima, y aplicarlos en la vida nos ayudarán a salir con una mentalidad fuerte tras la pandemia.
Ayer 29 de abril me encontré con el cumpleaños 50 del extenista André Agassi, una historia muy similar a esta de los Chicago Bulls’ en los años 90. Un tenista que fue diferente, además de un juego intrépido, poderoso, rápido y agresivo, también fue un revolucionario, de vestimenta y apariencia rebelde. Comenzó jugando con short de mezclilla. Recuerdo que los conservadores de Winbledom no le permitían jugar con cierto estilo de vestimenta, aretes, pelo largo, pero las marcas comerciales presionaron para que lo dejaran jugar ya que al paso de los años, Agassi (al igual que Michael Jordan) fueron íconos de la marca Nike por más de una década.
Un hombre con una circunstancia especial, odiaba jugar al tenis, pero él decía que no tenía otra opción en la vida, es lo que mejor sabía hacer. Fue el eslabón entre el tenis de las raquetas de madera y el tenis actual, entre los tenistas que marcaron la época nostálgica y le dio la bienvenida al tenis moderno, nadie puede decir que jugó contra McEnroe, Connors, Lendel, Becker, Rafter y después enfrentar a Federer o Andriv Medvédev. Me atrevo a decir que gracias a él, el tenis veloz, de alta precisión con el que se juega hoy, fue gracias a André. Revolucionó la mercadotecnia del tenis, irrumpió para que el deporte blanco lo dejará de ser y hoy se juega de tantos colores como es posible. Hoy, creo que no estaría mal, se hiciera una serie o documental de este jugador que al igual que Jordan, cambió la forma de disfrutar el deporte, Agassi, también es una leyenda de los 90.