8 de cada 10 mexicanos confían en la seguridad que llevan las compras en línea, el confinamiento ha ayudado a superar mitos
Carlos Olguín
La semana pasada platicábamos un poco sobre la importancia que juega la amistad en nuestras vidas, como complemento a dicha reflexión, dedicaré unas líneas a la areté, esta virtud requiere y demanda una inversión de tiempo, experiencias compartidas, un criterio de atención, en el que no cabe el individualismo, a superar el ego, es una relación de excelencia, percepción igualitaria del trato que das y recibes del otro, se debe trabajar la alegría que el otro proyecta en ti por cada uno de sus logros, debemos reflexionar e identificar con quienes de las personas que nos rodean tenemos una relación de este tipo, valorarla y cultivarla.
Roseto, un pequeño pueblo de inmigrantes italianos, desplazados de la segunda guerra mundial, situado en Pennsylvania USA, es una muestra de los efectos que una vida social plena, tiene en nuestra salud, un estudio de Steward Wolf y John Bruhn, que puede fácilmente consultarse por internet, demuestra, que mientras en el resto de su país había una epidemia de enfermedades cardiacas, en Roseto las personas, solo morían de causas naturales y con una longevidad superior al promedio, esto quedó plasmado en “The Roseto mystery”, con la conclusión que eso se debía a la armonía que había en su estructura social, y el tipo de lazos de amistad que había en dicha población.
Cuando nosotros necesitamos un hombro en el cual llorar, requerimos de un consejo, o de ayuda, y no lo encontramos podemos darnos cuenta si hemos sembrado o no la amistad de excelencia, por eso los libros de auto ayuda de acuerdo con Byung-Chul Han, gran filósofo coreano, solo provocan frustración, porque parten de un error, el individualismo, dejando de lado a todas las personas que nos rodean.
Líneas aparte merece lo que sucede con las redes sociales, los “avatares” que se crean ahí y el choque de una realidad virtual, con la realidad que nos rodea, el choque que puede haber entre esas dos realidades, generalmente tiene como consecuencia de nuevo frustración y depresiones, de eso hablaremos un poco más la siguiente semana.
Por otro lado, y siguiendo la línea de análisis del futuro de algunas actividades y servicios post COVID19, esta ocasión hablaremos del sector de comercio digital o e-commerce, en este sentido Pierre-Claude Blaise, director de la asociación nacional mexicana de comercio digital, nos brinda datos muy interesantes, mire usted:
En 2019 de acuerdo con el INEGI 83 millones de mexicanos contaban con acceso a internet, de los cuales el 74% son mayores de edad, 8 de cada 10 usuarios realizaban una compra en línea, eso fue en 2019, sin pandemia.
En pandemia se estima un crecimiento del 200% de las ventas en línea, hablando justamente del proceso de adaptación, o la teoría de la evolución de Darwin, esta época ha sido el boom de muchas empresas y servicios digitales, México es el segundo país de la OCDE con mayor consumo de internet por día, gastando un promedio de 6 a 8 horas diarias por persona en internet.
Las categorías que han ganado durante el confinamiento de acuerdo con Blaise, se puede dividir en 2, en primer lugar, los víveres y productos de higiene, pero en segundo lugar se han proliferado la venta de productos de todo tipo muebles, electrónica, etc; quedándose atrás el sector de la ropa y los productos de lujo
8 de cada 10 mexicanos confían en la seguridad que llevan las compras en línea, el confinamiento ha ayudado a superar mitos, como que solo se puede pagar con tarjeta, pues la mayoría de comercios permiten todo tipo de pago, en nuestro país 95% de los consumidores prefiere pagar con efectivo, de acuerdo a la Encuesta de Inclusión Financiera en México, facilitando llevar a cabo las transacciones de este tipo.
Si usted ofrece algún servicio o vende algún producto, debe mirar a estos nuevos canales de venta, desde anuncios en internet, redes sociales hasta aplicaciones, el e-commerce venía con crecimiento enorme previo al COVID, con el aislamiento se afianzó y representa un llamado a adaptarse o morir.