Pedro L. Jáuregui Avila
El presidente de Colombia, Iván Duque, aseveró que las “masacres, u ‘homicidios colectivos’, como él dice, “no volvieron, si no que nunca se han ido”, una vez que en los 11 últimos días se presentó el asesinato de más de 30 jóvenes entre adolescentes y universitarios.
Lo anterior deja como moraleja que el mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.
Colombia, es sin lugar a duda el país más extraño del mundo, porque en una semana, donde los muertos por el Covid-19 aumentaron de manera insultante, los medios de comunicación hablaron más de la reapertura económica que hará el gobierno, aunque algunos periodistas, y políticos, allegados al ejecutivo, se preguntaron ¿qué está pasando?, tras tres masacres en un solo día y afirmar el presidente Duque, casi con orgullo, que “El narcotráfico nos esta acabando”, como si hubiera descubierto el agua tibia.
En el colmo de la inequidad, el gobierno “flexibilizará” la cuarentena, por la presión social generada por necesidad económica y no por criterio médico ni científico.
El criterio médico era seguir en casa por lo menos dos meses más, pero eso no se está cumpliendo ni se cumplirá en adelante.
Lo cierto es que el virus está en todas partes y no se irá por arte de magia y con esa decisión la frase “Quédate en casa” se echa a la cesta de la basura y se pone de moda “Sálvese quién se pueda”, muy cruel, pero a su vez muy cierta.
Con esa decisión se busca de manera descarada salvar a los corruptos, que han manejado al país, para que el momento que se vive sea más crítico porque ellos han saqueado de manera descarada el erario público, y los encargados de dictar justicia les han dado casa por cárcel, máximo cinco años, y nunca han devuelto, ni un dólar.
Las decisiones y denuncias que por corrupción se han formulado contra los encargados de impartir justicia, magistrados y exmagistrados, solo confirmó una crisis institucional, que es más profunda de lo que se pensó. Es decir, no estamos peor, de milagro.