Mientras que gobiernos de distintos países se han preocupado por incentivar a las empresas para que saquen a flote la economía, en México, aún con época de vacas flacas, las empresas han sido obligadas a pagar la totalidad de sus impuestos en tiempo y forma
Antonio Vera
Debido a este desorden causado por la pandemia, las empresas a nivel mundial están viviendo problemas económicos sin precedentes.
Mientras que gobiernos de distintos países se han preocupado por incentivar a las empresas para que saquen a flote la economía, en México, aún con época de vacas flacas, las empresas han sido obligadas a pagar la totalidad de sus impuestos en tiempo y forma.
Con dicho antecedente las empresas deben poner especial atención en el cierre de su ejercicio fiscal 2020, razón por la cual he platicado con el Contador Daniel Hallivis de la firma Paradygm y nos da tres puntos relevantes a considerar:
1. Coeficiente de utilidad: Muchas empresas durante el 2020 se vieron en problemas, ya que han tenido que pagar sus impuestos provisionales de ISR con un coeficiente de utilidad calculado con los resultados del 2019. Esto implica que sin tomar en cuenta si la empresa tiene utilidad o pérdida durante el año, tuvo que pagar un porcentaje de cada ingreso obtenido. Es muy importante tomar en cuenta si la empresa va a cerrar el año con utilidad o pérdida fiscal. Esto es debido a que, si la empresa termina con una pérdida fiscal, continuará utilizando el mismo coeficiente de utilidad que se calculó en el 2019. El C.P. Hallivis recomienda en este caso, buscar terminar con un poco de utilidad, de tal manera que se pueda disminuir ese coeficiente.
2. Saldos a favor de impuestos: Es importante tomar en cuenta que a partir del 2019 ya no es posible compensar un impuesto contra otro (compensación universal). El C.P. Hallivis recomienda hacer proyecciones de tal manera que la empresa pueda ver si le conviene esperar a poder compensar el impuesto (contra el mismo impuesto) o pedir el saldo en devolución. Esta decisión se toma dependiendo del monto del saldo y flujos de la empresa. Por ejemplo: si la empresa está teniendo saldos a favor de IVA y por otro lado debe de pagar ISR provisional, sería conveniente considerar pedir el saldo a favor en devolución. Esto tomando en cuenta que el SAT no devuelve el saldo a favor de un día para otro, pero si se tramita de forma correcta, en unos meses lo podría conseguir de vuelta.
3. Comparativo de ingresos: Hoy en día, el SAT basa muchas de sus auditorías tomando en cuenta la facturación electrónica y comparándola contra los ingresos declarados del contribuyente. En realidad, la facturación no es el único momento de acumulación de ingresos, pero ha sido una manera bastante efectiva para el SAT de detectar omisiones. El C.P. Hallivis recomienda que antes de cerrar el año se descarguen todas las facturas emitidas, de tal manera que se puedan detectar posibles errores en ellas y así mismo analizar si se deben de cancelar algunas de ellas o emitir notas de crédito. Esto debe ser hecho antes de finalizar el ejercicio fiscal. Existen muchos otros puntos que analizar antes del cierre de año. Se recomienda que en la medida de lo posible las empresas hagan un pre-cierre antes de finalizar el año, de tal forma que pudieran encontrar sus puntos de oportunidad y estén en tiempo de solucionarlos.