El nuevo Presidente señaló que no es la primera vez que su país se enfrenta a un reto de esa magnitud y que la razón y la historia son las guías para enfrentar en unidad desafíos como el desempleo, el miedo, la incertidumbre, el extremismo
Efrén García García/Cuenta regresiva
La verdad. Ese es el valor que Joe Biden destacó en su discurso inaugural al tomar posesión ayer como el Presidente número 46 de los Estados Unidos de América (y Kamala Harris como Vicepresidenta). Y fue más allá. Dijo que recientemente la mentira había servido al poder y había contribuido a que hoy el reto más grande para nuestro vecino del norte fuera uno solo: la unidad.
El impecable discurso de Joe Biden no omitió los temas importantes de su nueva responsabilidad como líder de la mayor potencia mundial, desgarrada hoy por la polarización. Así lo reconoció Biden y citó desde su mamá hasta Lincoln para sostener el que la fuerza de su país está en su nombre mismo: Estados Unidos, y en la democracia.
Biden recordó que en un año han muerto tantos estadunidenses como en la Segunda Guerra Mundial a causa del COVID-19. Por eso su primer acto como Presidente fue pedir una oración por los fallecidos a causa de la pandemia.
El nuevo Presidente señaló que no es la primera vez que su país se enfrenta a un reto de esa magnitud y que la razón y la historia son las guías para enfrentar en unidad desafíos como el desempleo, el miedo, la incertidumbre, el extremismo, la “supremacía blanca” o incluso la inseguridad en las escuelas.
Al mundo nos dijo: “No gobernaré con el ejemplo de la fuerza, sino con la fuerza del ejemplo”. Lo recordaremos.
No podía faltar el toque de una de las mayores fuerzas de Estados Unidos en este mundo audiovisual, digital y global: el espectáculo. Ese con el que EEUU entra todos los días a nuestras casas. Por eso, Lady Gaga y JLo, quien habló en español entre dos estrofas de su canto, estuvieron ahí. Como en el medio tiempo del Super Bowl.