En días pasados conmemoramos el 92 aniversario del PRI, una oportunidad para analizar el papel que debe jugar nuestro partido político en el contexto histórico que se está viviendo
Hugo Cabrera
Vivo, vibrante y cercano a las causas sociales más sentidas que tiene nuestro país, son los rasgos históricos que ha tenido el Partido Revolucionario Institucional, características comunes también entre mujeres y hombres que a lo largo de años han formado parte de este partido político que siempre ha logrado sobreponerse ante la adversidad.
La participación política y social, en específico al interior del partido, “me robó mi infancia”; desde muy temprana edad tuve el interés de participar, ya sea como presidente de la sociedad de alumnos de mi entrañable secundaria en Colón, donde tuve la oportunidad de solicitarle al entonces candidato a Gobernador un bachillerato en mi municipio para que los jóvenes pudiéramos continuar con nuestra preparación sin la necesidad de salir a la capital del estado, o también como líder de la organización juvenil del PRI, trabajando para que las causas juveniles fuera contempladas en los proyectos de gobierno.
En días pasados conmemoramos el 92 aniversario del PRI, una oportunidad para analizar el papel que debe jugar nuestro partido político en el contexto histórico que se está viviendo, un país convulso y polarizado que necesita de manera urgente diálogo, consenso y sensatez para tomar decisiones que influyen en la vida pública y en la calidad de vida de las familias mexicanas.
Sensatez para reconocer la importancia y profundizar los programas sociales, como herramienta para mitigar la brecha social; pero también para reconocer la aportación de los empresarios como generadores de oportunidades y empleo; un enfoque integral que permita tomar decisiones adecuadas para el mosaico de diversidad que es México.
Estamos en año electoral y hemos señalado la necesidad de tener contrapesos que permitan un equilibrio en el poder que fomente el debate de las ideas, que provoque mejores propuestas y análisis profundo de las mismas; a sus 92 años el PRI está listo para seguir trabajando en la construcción del país que anhelamos; un partido a la altura de México, que encuentre soluciones donde otros únicamente ofrecen encono y disputas estériles.