Desde el momento en que las autoridades federales determinaron el regreso a clases presenciales en las aulas, en Querétaro comenzó un proceso estratégico que comenzó a partir de la planeación de un retorno ordenado de estudiantes, maestros y personal administrativos a la escuela.

Como bien lo dio a conocer en su momento AM de Querétaro, la Secretaría de Educación lanzó en primera instancia un protocolo ampliamente detallado sobre el regreso a clases y la forma en que se iban a operar las instalaciones.

Además, se estableció una serie de lineamientos que debían cumplir las escuelas para estar habilitadas y verificadas por la autoridad sanitaria y así recibir estudiantes y maestros. Posteriormente se difundió un sitio web en el que se enlistó a las instituciones públicas y privadas que cumplieron con las especificaciones para el retorno seguro y ordenado.

Todo esto sale a colación, pues en nuestra edición se destaca a Querétaro por el manejo adecuado para retomar las actividades educativas. No ha sido fácil, pero la pauta la ha marcado la participación de directivos, padres de familia y funcionarios públicos para lograr impulsar esta actividad vital para la infancia.

Enhorabuena por esta distinción. Aun así no hay que bajar la guardia ante la COVID-19 en la escuela ni en otros espacios.

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