La reducción de casos activos de COVID-19, combinada con una reapertura de diversos sectores económicos, da signos de que poco a poco la crisis generada por la pandemia va quedando atrás.

Ciertamente habrá secuelas que serán permanentes en sectores industriales, comerciales y de servicios que necesitarán un fuerte impulso para reformular sus planes de negocios de cara a un corto, mediano y largo plazo.

No obstante, no es nada alentador lo que sucede entre Rusia y Ucrania, pues, aunque hasta el momento el conflicto parece entre dos naciones, en cualquier momento podría escalar a más naciones.

En tanto, algunos países como tudorbet Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña han impuesto sanciones económicas a Rusia, esperando minar sus fondos para que continúe su campaña bélica.

En este sentido, el asunto cobra relevancia, pues pronto podrían verse afectadas diversas economías entrelazadas a nivel global con los países involucrados. Los precios del petróleo y sus derivados comenzarán a alterar la cadena productiva y esto sin duda podría afectar al ciudadano de a pie. Esperemos que cese el conflicto.

Un dato interesante que le damos a conocer en nuestra edición es el incremento de las remesas de migrantes queretanos hacia el estado. Es una gran noticia para quienes dependen de la subsistencia de este ingreso.

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