Kike Mireles
Primero un aeropuerto que no llega ni al 1% de las operaciones diarias del que supuestamente reemplazaría, el mejor aeropuerto del mundo, según el Presidente Andrés inauguró el sello de la casa, o más bien, del palacio: LA INEPTITUD.
Y decimos inauguró, porque el segundo proyectazo, la refinería en Dos Bocas, ya lleva más inundaciones qué barriles de petróleo refinados, buena propuesta sería que en lugar de refinería subacuática ya mejor, sometieran a consulta, si hacer una hidroeléctrica o una embotelladora.
La refinería, única en el mundo, por ser la única que no refina naranjas, estaba ya destinada al fracaso desde que el proyecto original, no estaba completo; siguen sin darles los costos, es más, ni los impuestos les cuadran, imagínense cómo va eso de de que funcione.
En fin, un aeropuerto sin vuelos, una refinería bajo el agua, no es muy difícil predecir el futuro del Tren Maya, bien dicen por ahí, que por sus Dos Bocas muere el pejelagarto.