Fernando Islas
Decepcionante el papel que ha desempeñado parte de la bancada morenista en Querétaro, al aprobar el presupuesto enviado por quien hoy funge como máxima autoridad de la Casa de la Corregidora, sin un análisis profundo de por medio, simple y sencillamente levantando la mano sin vergüenza alguna. Juan Jiménez, Andrea Tovar y Yasmín Albellan son las y el representante popular que se sumaron a la ola panista en la última sesión de la actual legislatura, desconociendo así el mandato del máximo órgano de gobierno del partido Morena, partido al que hasta hace unos meses ninguno de ellos pertenecía y que hoy desconocen a través de sus actos.
Para ser honesto con un usted, estimado lector, ver a esa tercia de levantadedos no me sorprende, porque el cargo no les costó, llegaron a través de espacios pluronominales, espacios que hasta hoy no existe claridad de cómo la anterior dirigencia estatal del partido obradorista designó. Pero se lo digo yo que he estado en la trinchera legislativa, el glamour de la curul es algo efímero, no vale la pena encariñarse con él y es preferible transitar desde el trabajo digno y la congruencia entre ideas y actos.
Habrá que ver que sanciones van a emerger desde el consejo estatal, donde dos de los señalados tienen espacios de consejeros, espacios que de poco sirven, cuando la consigna a seguir es diferente del movimiento que los llevó a ocupar el lugar que hoy tienen. Si algo me queda claro es que la actual dirigencia no es cómplice de este tipo de actos y seguramente veremos un golpe de mesa para recordarles, que no se mandan solos.