Fernando Islas
El Consejo Nacional de Morena que se realizó el domingo pasado nos deja diferentes escenarios para el análisis, por ello vale la pena iniciar con el papel de los aliados, invitados o colados a dicho consejo, los cuales suspiran por la candidatura presidencial pero es claro que le pegan arriba para llegar en medio, estos invitados son el PT en la figura de Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, el primero se ha cansado de mencionar una y otra vez que el presidente lo ha excluido de sus corcholatas y que de todos los aspirantes es quien tiene más calle y quien cuenta con el apoyo del pueblo, lo que no entiende el diputado federal es que su virtud como legislador e integrante del movimiento de transformación no es algo que esté en duda, pero primero debe ser el candidato de su partido y después participar en la competencia por ver quien encabeza la coalición, pero bueno ya fue tomado en cuenta por parte de la dirigencia morenista, por otro lado se encuentra el ex gobernador de Chiapas, quien maneja un perfil más sobrio y enfocado a encontrar un espacio donde colocarse en la próxima administración, total, la foto nadie se la quita.
Las corcholatas de casa tienen reglas claras como es respaldar a quien se eleve con el triunfo el próximo 6 de septiembre cuando se den a conocer los resultados de la encuesta, su renuncia tiene que ser una realidad máximo el 16 de junio, cumplir con un periodo de campaña entre el 19 de junio y el 27 de agosto, con la obligación de apegarse a una política de austeridad, las calumnias y guerra sucia debe quedar de lado y por último están imposibilitados de participar en medios de comunicación que atenten contra el gobierno de la 4t, acuerdo que hasta el momento ya fue quebrantado por el ex canciller y el senador con licencia. Los próximos meses serán agitados en las esferas políticas, la lucha por la candidatura será férrea y mientras tanto la oposición tendrá la tarea de por lo menos intentar consolidar una figura que medianamente compita en el proceso electoral de 2024.
Tiempo al tiempo, mi pronóstico es que en poco más de un año tendremos presidenta electa, garantizando la continuidad.