Yamile David
A menos de un año para las próximas elecciones presidenciales, las fichas en el tablero se mueven constantemente. Alianzas que surgen y se desintegran, precampañas (aun sabiendo TODOS que es ilegal por los tiempos) destapes, declaraciones, fuego amigo y fuego enemigo.
El país está pasando por tiempos muy difíciles y temo decirlo, nos esperan aún más.
Sí, se necesitaba un cambio, urgía un cambio, pero nadie lo esperábamos de esta manera, aunque por más duro que suene: tenemos el gobierno que merecemos.
No me cansaré de decirlo: el verdadero cambio debe venir desde la ciudadanía, si no nos involucramos seguiremos viendo pasar gobernantes con grandes discursos y pocos resultados.
Sin embargo, a pesar de todo este caos, resalto algo verdaderamente positivo: las dos cartas presidenciables fuertes – hoy 5 de julio- son mujeres.
En un país machista, en un país en donde matan a 10 mujeres todos los días. En un país con poca participación de la mujer en el mercado laboral, en un país con injusticias, con grandes brechas de género, la posibilidad de tener una mujer presidenta es cada vez más real.
A raíz de las diferentes reformas electorales en dónde por ley deben darse mayores espacios a las mujeres en la vida pública, vemos su participación en aumento, aunque como lo digo siempre: se les da la silla más no el lugar y eso está por cambiar.
Marchas, iniciativas, demandas que piden a gritos saldar las deudas históricas, discursos feministas en donde resaltan que hoy “es el tiempo de las mujeres”, pero yo no lo expresaría así. Yo creo que hoy es el tiempo de la EQUIDAD. No podemos seguir con el discurso de separación entre hombres y mujeres, no podemos desplazar a los hombres, pero sí integrar a más mujeres como está sucediendo. Nos necesitamos mutuamente. En la vida, la balanza debe tender siempre hacia el equilibrio, hacia un balance.
Aplaudo a quienes luchan por las casusas de género, yo misma lo hago y lo seguiré haciendo, pero desde una visión de inclusión, no de división.
Hombres y mujeres estamos en una época de grandes cambios en estereotipos, en nuestra manera de relacionarnos profesional y personalmente. Debemos encontrar nuestro lugar, debemos comprendernos y apoyarnos mutuamente, aprovechar nuestras fortalezas, debemos actuar en unidad.
Son tiempos de reconstruirnos, como personas, como sociedad, como país. Son tiempos que demandan pensar en colectivo.
¿Y tú, qué opinas?