Miguel Ángel Flores/Lo bueno, lo malo y lo peor
LO BUENO
La aspirante presidencial del Frente Amplio, Xóchitl Gálvez le dio a la alianza opositora la fortaleza mediática para posicionarse en la competencia electoral, a su vez, ha logrado consolidar esfuerzos de propios y extraños para sumarse a combatir un enemigo común: la llamada ‘cuarta transformación’ con todo y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Además, luego de escuchar a la priista Beatriz Paredes en el primer foro entre aspirantes, se demostró que hay más perfiles competitivos, capacitados y con mucho potencial.
LO MALO
La alianza tiene un eslabón muy débil, y pese a los pronósticos que anticipaban que la ruptura podría llegar nuevamente del PRI, resultó ser del PRD cuyo dirigente, Jesús Zambrano no quedó satisfecho con la primera fase del proceso interno y ya puso en duda el sistema de selección de candidato y exigió explicaciones. El Frente puede desarmarse si no se disciplinan los dirigentes y participantes a respetar las reglas y jalar parejo. Lo malo es que en política no hay lealtades y la alianza requiere de unificar esfuerzos para no disolverse en la pelea.
LO PEOR
El Frente Amplio no solo enfrentará al candidato de Morena en el 2024, desde ahora ha quedado muy claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador estará presente, mucho más que ahora, en todo el proceso electoral. Se metió en el proceso interno de su partido, se está metiendo en el proceso interno de la oposición, y seguramente se meterá en el proceso electoral. Una conducta cuestionable que no garantiza un ejercicio democrático, imparcial y justo.