Los economistas clásicos consideraban como los factores de la producción: a la tierra, trabajo y capital; evidentemente esta definición se enmarcaba en el las relaciones económicas y sociales del siglo XVIII.
Ya para finales del XX se incorporan al debate y a la definición de los mismos, factores como: el emprendimiento, capacidad empresarial, tecnología y conocimiento como elementos para contemplar como otro más.
Dentro de las definiciones que hoy día prevalecen me quedo con aquella que define a la tecnología y el conocimiento como ese nuevo factor real de la producción, es decir, que su participación en el sistema económico genera renta.
La generación de riqueza y los propios mercados no son ajenos a ese factor, ya que los hombres más ricos del mundo en el 2023, según Forbes: 7 de los primeros 10 pertenecen al sector tecnológico y como dato adicional tan sólo 3 de ellos viven fuera de EUA.
Musk (Tesla, SpaceX), Zuckerberg (Facebook), Bezos (Amazon), Page y Brin (Google), Ballmer (Microsoft) y Ellison (Oracle); todos ellos comprendieron de que se trataban el nuevo orden económico y hoy gozan de millonarias fortunas.
En México de las 10 empresas más valiosas en la BMV sólo una es de índole tecnológico (América Movil), la más grande es Wallmex (Walmart), 3 pertenecen a Carlos Slim y otras 3 ligadas a la Coca-Cola; además seguimos invirtiendo en trenes cuando el cuarto factor domina el mundo y nosotros somos ajenos. Apostemos ya a la tecnología y el conocimiento.