Debido al alto número de accidentes vehiculares, muchos de ellos por el exceso de velocidad o por combinar el volante con el alcohol y otras sustancias, las autoridades implementaron mecanismos y estrategias para inhibir la irresponsabilidad de los conductores, fomentar una cultura cívica al manejar un automóvil y endurecer las sanciones para quienes sean sorprendidos conduciendo a altas velocidades.
Muchos de estos accidentes cobraron muchas vidas, destruyeron a muchas familias y dejaron daños irreparables en otras tantas víctimas.
Por eso, no se comprende la implementación de la medida anunciada por el Gobierno del estado para condonar, dejar sin efecto, las multas por exceso de velocidad del programa Clicks por la Vida (más conocida como fotomultas) a quienes cumplan con el pago obligatorio del impuesto por refrendo vehicular.
No se puede premiar la irresponsabilidad, fomentando una cultura de pago al contribuyente y perdonando los errores cometidos al volante, que pueden traer consecuencias fatales.
No se puede premiar a quien fue multado por poner en riesgo su vida, y la de otros ciudadanos.
La recaudación de impuestos debe ofrecer otros mecanismos para fomentar la cultura de cumplimiento de esta obligación, pero no a costa de librarse de otras responsabilidades… de otras obligaciones.