De acuerdo con la estadística que presenta el Instituto Nacional Electoral sobre el proceso electoral de 2018, cuando también se disputó la presidencia de México, la participación ciudadana en la jornada electoral para el caso de Querétaro fue de 64.7 por ciento.
Esa participación estuvo apenas en la media nacional y, como casi siempre es una tendencia, la asistencia de los ciudadanos a emitir su voto es mucho mayor cuando se disputa el cambio en el Ejecutivo federal.
Al comparar los números de 2021, cuando se disputó la gubernatura de Querétaro, la participación fue de 52.31 por ciento. Estos datos dan cuenta de que en las sucesiones presidenciales se presenta una mayor afluencia electoral, entonces para este año se prevé una gran participación. Lo interesante del asunto es que, ante lo que dicen las casas encuestadoras que dan ventaja a Claudia Sheinbaum de hasta 20 puntos porcentuales respecto de Xóchitl Gálvez, puede suceder que haya una desmovilización y la gente decida no acudir a las urnas.
Tanto los que apoyan a la candidata de la 4T como los que apoyan la alianza del PRI-PAN-PRD, pueden tomar esa decisión y eso puede provocar menor participación. Por ello, será importante impulsar mecanismos para incentivar la participación ciudadana en la jornada electoral y así tener una democracia vibrante. Es todo un reto que no solo corresponde a los actores políticos, sino también a los ciudadanos y organismos. Gran tarea por delante.