Estrella Rojas
El pasado miércoles votamos en el Senado, dos de las reformas más regresivas que me han tocado como Senadora. Ambas atentan contra los Derechos Humanos de los mexicanos y a continuación se los explico de manera sencilla:
La primera reforma fue a la Ley de Amparo, la cual restringe los alcances de la suspensión, que en términos simples es que hoy los ciudadanos tenemos un derecho y el gobierno nos lo quiere quitar.
Actualmente existe un procedimiento para defenderte ante un abuso de una autoridad, el Amparo, y es ante cualquier autoridad, federal, estatal o municipal, y para que ello sea efectivo, el juez que lo revisa, puede decirle a esa autoridad que, en tanto se resuelve quien tiene la razón, se detenga en lo que esta haciendo.
La reforma propone limitar cuando pueda detenerse a esa autoridad que, probablemente, este violando derechos de un mexicano o de todos los mexicanos.
Y ese es el segundo punto de esta lamentable reforma, que, actualmente, si con un Amparo se detecta se violan derechos de los demás, se aplica para proteger a todos, ahora, Morena quiere revertirlo y que cada ciudadano deba ampararse.
Ello afecta, irónicamente, a los más pobres, pues solo podrán protegerse de las intransigencias del gobierno, los que puedan pagar abogados.
Si bien la intención, podría ser que nadie pueda atacar las obras del gobierno federal, aunque destruyan el medio ambiente o no cumplan con los elementos técnicos legales o vayan en contra de la propiedad de un ciudadano, sus alcances son más amplios y nocivos.
Esta reforma es inconstitucional, pues va en contra de los principios de los Derechos Humanos, al limitarlos y reducirlos.
La segunda reforma, a la Ley de Amnistía, consistente en darle una nueva atribución al Presidente de la República: poder perdonar a cualquier delincuente, sacar de la cárcel a todos los que hayan sido sentenciados por cualquier delito, sin límites.
Pero también, podrá perdonar a aquellos que continúan en juicio y de los cuales no sabemos si en realidad eran culpables o inocentes, antes de hacerlo, el Presidente podrá decidir cuál es la verdad, quien merece la libertad o la prisión.
Y la gran pregunta es ¿para qué lo quieren? ¿a quién quieren perdonar, sin que la Ley lo permita? ¿Será a políticos corruptos, narcotraficantes, secuestradores? ¿A qué delincuentes quiere perdonar Morena?
Esto desde luego atenta contra los Derechos Humanos de las víctimas, pues verán que su agresor no cumplirá con la pena que se le dio, que no se hará justicia.
Ambas reformas pretenden concentrar más poder al gobierno, particularmente para el Presidente, lo cual atenta contra los Derechos Humanos de todos los mexicanos.