Miguel Ángel Flores/Lo bueno, lo malo y lo peor
LO BUENO
La participación ciudadana en la jornada electoral es algo para destacar. Pese a las campañas electorales que no terminaron por detonar el entusiasmo de los electores, el día de la jornada salieron, se formaron y aguantaron largas filas para cumplir con su responsabilidad ciudadana. A destacar, la reacción de los ciudadanos que protegieron y defendieron las casillas que pretendieron ser violentadas, su valentía es muestra de que son los ciudadanos los que hacen posible que este ejercicio democrático sea posible. Querétaro, otra vez, siendo ejemplo.
LO MALO
El retraso en la apertura de casillas complicó toda la jornada. Contradictoriamente a la copiosa participación de electores, no fue sencillo encontrar ciudadanos que fungieran como funcionarios de casillas. Otro caso, de cada elección, son las limitadas boletas en las casillas especiales, nunca son suficientes y muchos electores se quedaron sin la oportunidad de emitir su voto. Es parte de la dinámica de Querétaro a donde llegan muchas personas y que no todas, actualizan su credencial para votar con su nuevo domicilio.
LO PEOR
Los hechos violentos que se registraron en Querétaro nunca antes se habían visto. Cuatro intentos en la capital por quemar las casillas, dos casos más en San Juan del Río que provocaron el cierre de dos casillas. Si bien la autoridad reaccionó y detuvo a algunos de los responsables, expone una nueva realidad para los queretanos que nunca antes habían atestiguado una experiencia de esta naturaleza. Que esto no se vuelva a repetir, ni en Querétaro ni en ningún otro estado.