Estrella Rojas
En las pasadas elecciones, el resultado dio mayoría suficiente a Morena para tener altas probabilidades de aprobar reformas constitucionales sin tener que consultar a nadie, ni tener que negociar con la mayoría.
Ello les permitirá desaparecer, o desarticular, todas las instituciones que sirven como contrapeso al poder presidencial, por lo que se prevé intenten eliminar a los organismos autónomos, a las figuras que dan representación a las minorías en el Congreso, como son las diputaciones plurinominales, y han empezado por impulsar una reforma al único Poder de la Unión que les representa un contrapeso contundente: el Poder Judicial.
El presidente López Obrador ya había presentado una iniciativa que proponía refundar el Poder Judicial, la cual se guiaba como una venganza contra la Suprema Corte de Justicia, por las obras que le detuvieron y las reformas que le anularon por ser inconstitucionales.
Sheinbaum, declaró que esta reforma se discutirá a partir de septiembre, cuando se instale el Congreso con esa mayoría aplastante de Morena y quedará aprobada antes del 1 de octubre.
La reforma, entre otras cosas, propone que las magistraturas más altas del Poder Judicial se elijan vía voto popular, sistema que sólo se ha implementado en Bolivia y que ha sido un absoluto fracaso, pues, a 13 años de haberse aprobado, el resultado fue la captura de los jueces por el poder político, dejando en segundo plano las razones jurídicas que fundamentan sus decisiones.
Tras la elección, y algunos mensajes encontrados entre Sheinbaum y AMLO, se ha dado un fuerte impulso a esta reforma, lo cual ha producido un perjudicial nerviosismo en los mercados financieros, pues su aprobación es una amenaza grave a la seguridad jurídica de los ciudadanos, y también de las empresas. El peso mexicano se depreció un 11% y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) acumula una caída de cerca de un 3.5%.
Irónicamente, la reacción de los mercados es un contrapeso a las decisiones del poder político que Morena no podrá controlar.
Los partidos de oposición darán un debate técnico y fundamentado que busque proteger la democracia en el país, que garantice el funcionamiento adecuado del Poder Judicial y atemperar ese soplo autoritario con que se conducirá Morena en el próximo sexenio.
De aprobarse la reforma, sin escuchar a nadie, sin la más mínima reflexión, será el inicio de una destrucción institucional, que se verá reflejado en la calidad de vida de los mexicanos.