Seth Pérez
Ahora vienen las lluvias y podremos observar los efectos de no haber prevenido estos eventos climáticos más extremos, impredecibles y en lugares dónde no se presentaban. Los daños que causarán en cada región y localidad abrirán una pregunta: ¿Los daños son por estas nuevas condiciones climáticas extremas o por falta de prever y de no invertir adecuadamente en infraestructura adecuada?
Para avanzar se requiere de mucha claridad en el diagnóstico a fin de resolver el problema para los siguientes años. Por ejemplo, muchos drenajes tapados será culpa de la falta de desazolve o una capacidad no planeada, pero para ambos problemas existe una posible solución pero con diferentes costos. Por otro lado, vientos, lluvias y granizo provocarán caída de estructuras endebles, acabados de construcciones y hasta instalaciones privadas o públicas, todo con efectos y costos. ¿Malos reglamentos o falta de previsión?
Prepararnos para nuevas condiciones es un reto que necesita identificar bien las causas a fin de solventarlas e invertir inteligentemente. Requerimos un buen diagnóstico, datos abiertos, comparables y mucho trabajo multidisciplinario en conjunto con los habitantes, para determinar soluciones de mediano y largo plazo efectivas y al menor costo, sobre todo porque se requiere tanto dinero que ningún presupuesto privado o gubernamental alcanzará. ¿Usted qué opina?