Aquí, nadie volvió a narrar mejor en la fiesta taurina que él. Se dio el gusto de cumplir a cabalidad con estas asignaturas, deporte y tauromaquia, sin embargo, escuchar el comentario y la crítica política o social a diario en su noticiero era un gusto, como el mejor enterado, buscó siempre la nota y la primicia, le gustaba, lo disfrutaba, vivía de la empresa pero lo suyo era el micrófono.