México y el vino

La industria vinícola en nuestro país ha crecido a pasos agigantados, convirtiéndose en el segundo empleador del sector primario mexicano generando aproximadamente 500 mil empleos e indirectos, generando 4 millones de cajas de vino anualmente, destacando Baja California, Querétaro, Coahuila y Aguascalientes. Pero ¿a qué debemos este importante crecimiento? Existen múltiples respuestas para ello, abordaré tres razones:

1. La historia y cultura, la cual se remonta desde la época de la conquista española con personajes como: Hernán Cortés, Don Miguel Hidalgo, así como los misioneros jesuitas, destacando a Juan de Ugarte y el conocido por nosotros Fray Junípero Serra, entre otros.
2. El resurgimiento moderno de la actividad vitivinícola de los años 90, sin omitir, un siglo antes, las casas de brandy o jerez, en donde comienza a florecer la expansión del cultivo de la vid para producir vino de mesa a través de grandes inversiones y esfuerzos de productores nacionales, conocedores de la historia y convencidos del futuro prometedor que podría ser esta industria en México.
3. Y, sin duda, por las condiciones geográficas, ambientales y vocación agraria que presenta nuestro extenso país, el cual solo toca una pequeña parte de la franja del vino (Baja California y Sonora), sin embargo, regiones como el Altiplano Mexicano han compensado con la altura sobre el nivel del mar.

Abonaría mucho el impulso del gobierno federal con más programas y estímulos fiscales a esta actividad.

MT