Los retos de las empresarias queretanas
Lorena Jiménez Salcedo El corto plazo presenta oportunidades, pero también serias dificultades para el desarrollo de los negocios que las empresarias queretanas están promoviendo en nuestra entidad. En el contexto macroeconómico nacional, si bien es posible destacar el compromiso que hizo la Secretaría de Hacienda para no incrementar los niveles de endeudamiento público en 2020, … Leer más
El corto plazo presenta oportunidades, pero también serias dificultades para el desarrollo de los negocios que las empresarias queretanas están promoviendo en nuestra entidad.
En el contexto macroeconómico nacional, si bien es posible destacar el compromiso que hizo la Secretaría de Hacienda para no incrementar los niveles de endeudamiento público en 2020, también hay indicadores que están disparando la incertidumbre a la inversión; encabezados por una expectativa pobre de crecimiento ligada al 0 por ciento de variación del producto interno bruto del año pasado.
Es por ello que las proyecciones más generalizadas sostienen que nuestro crecimiento nacional se mantendrá sujeto a riesgos externos e internos que nos colocarán en un escenario de debilidad económica continuada, aún con el recorte a la tasa que hizo el Banco de México (Banxico) en diciembre pasado para ubicarla en 7.25 por ciento.
El escenario macro contribuye a la precaución que priva en los inversionistas locales y de todo el país, pero no es el único: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó hace un par de semanas los resultados de la encuesta trimestral de seguridad pública urbana y el dato nacional vino a reflejar cómo siete de cada 10 ciudadanos de las demarcaciones del país nos sentimos desprotegidos e inseguros.
https://twitter.com/coparmexqro1/status/1232817623315800065
Si bien Querétaro se ubicó por debajo de la media nacional, existe un dato más revelador: las mujeres del país –y de cualquiera de las 80 zonas urbanas evaluadas– nos sentimos significativamente más inseguras que los hombres, lo que está trastocando de manera relevante las conductas cotidianas y las posibilidades de desarrollo personal, social y empresarial. Es decir, está golpeando directamente en la calidad de vida y en la posibilidad de hacer negocios.
En complemento, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante 2019 el robo a transportistas tuvo una reducción de incidencia de 7.3 por ciento, pero el robo a negocio aumentó 4 por ciento y la tendencia pareciera que empujará a la alza dicho tipo de delitos durante el presente año.
Ahí no paran los riesgos para empresarias y emprendedoras. El cambio de diseño institucional que ha impulsado la presente Administración eliminó de tajo a mediados del año pasado a los organismos promotores del crédito, la capacitación y la exportación de la producción. En la búsqueda de eliminar aparentes duplicidades en la función pública y en el ánimo de generar ahorros, el Gobierno federal borró a ProMéxico, Nacional Financiera, Bancomext y al Instituto Nacional del Emprendedor para sustituirlos por un nuevo ente administrativo o modelo de gestión que aún no llega a concretarse.
La acción ha estado afectando principalmente a emprendedores y pequeñas empresas que pasan por los problemas que bien conocemos: acceso a un crédito barato que les permita detonar su negocio, capacitación para el trabajo, así como la gestión y el reporte fiscal que combinados permitan romper la barrera del año de vida operando.
Sin embargo (y siempre lo digo), algo está pasando en Querétaro contrario a esta tendencia nacional de malos incentivos a la inversión y el desarrollo de negocios. Es algo que mantiene a la entidad con crecimiento económico, generación de empleo muy por encima del resto de las entidades, una productividad por hora trabajada que supera significativamente la media nacional –combinados con una baja deuda pública–, un decrecimiento constante de la informalidad laboral y un encaminado proceso positivo que está eliminando los salarios insuficientes e indignos.
Eso que está pasando es resultado de una política estatal con sentido de mercado y productividad que está destacando del resto de las entidades del país y que se ha consolidado a lo largo de más de 30 años de Gobiernos de diferentes banderas que han sabido ser responsables con una política de desarrollo económico que explota y exporta las capacidades, el ingenio, la alta dirección y la visión de negocios de empresarios y empresarias queretanas.
Este ecosistema ha generado un ambiente positivo que ha posibilitado la generación de riqueza. Este es el mismo ecosistema que deberá aprovechar las oportunidades que el nuevo tratado comercial T-MEC traerá al mercado de América del Norte y que sabrá utilizar en su beneficio la caída de las tasas de interés en el país. Es el mismo ecosistema donde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha asumido el compromiso de crear oportunidades de capacitación y asesoría para las pequeñas y medianas empresas (pymes) y donde hay todavía cierto grado de optimismo en la inversión que mantendrá, como siempre, a empresarios y empresarias activas a favor de la creación de nuevas ofertas para el mercado y nuevos empleos para las familias queretanas.
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