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Las matemáticas, una forma de entender la vida

La pasión de la investigadora de la UNAM Juriquilla, Amanda Montejano por las matemáticas nos enseña que los números pueden ser tan divertidos como un viaje o tan bellos como el arte Carlos Uriegas Los números son como un granito de arena, y las matemáticas puede ser tan grandes y divertidas como un viaje a … Leer más

La pasión de la investigadora de la UNAM Juriquilla, Amanda Montejano por las matemáticas nos enseña que los números pueden ser tan divertidos como un viaje o tan bellos como el arte

Carlos Uriegas

Los números son como un granito de arena, y las matemáticas puede ser tan grandes y divertidas como un viaje a la playa o tan profundas y bellas como el arte.

Platicar con Amanda Montejano, doctora en matemáticas e investigadora de la UNAM en Juriquilla es una posibilidad para descubrir que esta materia de estudio no es tan árida como han querido enseñarnos en la escuela. Amanda rompe con los estereotipos al ponerle un toque de color a los números.

El crecimiento exponencial de los números explicado por la la investigadora es tan claro que hasta un reportero puede llegar a entenderle y la doctora Montejano se convierte en la maestra que todos debimos tener en la secundaria y preparatoria para evitar el sufrimiento matemático.

“El concepto básico de una función exponencial es algo que crece rápido o aceleradamente, pero no tenemos una noción clara de qué tan rápido puede llegar a ser”, explica la investigadora quien pone a la pandemia como ejemplo y a los números como granitos de arena.

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Gracias a Amanda entendimos que la función exponencial se eleva con base en 10, 100,1000, al cuadrado, al cubo a la cuarta y así sucesivamente.

“Del orden de 100, entre 10 y 100, es una noción aún medible y clara, es la vida de un ser humano, el cálculo de ventanas en un edificio; del orden de 1000, es 10 al cubo, aquí se complica un poco, pero aquí la gente lo empieza a pensar en el dinero”, ejemplifica.

Para expresar 10 al exponente 9, es decir, 10 a la 9 es 1,000,000,000, es el número de segundos que hay en un siglo o equivale al número se seres humanos vivos en la actualidad.

No nos imaginamos qué tan rápido crece un número 10 exponencial y tomó como ejemplo los famosos negocios multinivel.

“Nos dicen qué es fácil que invites a 10 personas y que cada una invite a 10, pero si pensamos en 10 a la novena, tan solo en 9 pasos deberían estar involucrados todos los seres humanos vivos del mundo, y si hablamos de 10 a la 18 se pudiera pensar que es el doble, pero no es así, ya que ese resultado es el número de granos de arena que hay en el planeta o el número de átomos en un solo grano de arena”.

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Los ejemplos fueron creciendo de manera exponencial y la investigadora habló de que todos los átomos del universo completo es 10 elevado a la 80 potencia, “en 80 pasos ya alcanzamos el número de átomos en el universo”.

Para conectarlo con una pandemia, en las epidemias existe el parámetro R0, número básico de reproducción de la epidemia, un número que va cambiando, ese número dice en promedio de un infectado nuevo a cuanta gente contagia.

“Si un enfermo contagia a 10 y si cada uno contagiara a 10, en 9 pasos estaría contagiada toda la humanidad, por ejemplo la pandemia de COVID-19 estaba en R2 o ligeramente debajo de R2. Si contagio en promedio a dos, parece poco pero no lo es”, detalla la académica.

La importancia de un granito de arena

La explicación de la doctora Montejano permite entender las medidas sanitarias buscan evitar el crecimiento exponencial de la epidemia.

“Las medidas efectivas evitan el contagio, pero la gente no mide lo que se evitó. Sin medidas se contagiaría el 80 por ciento de la población y si la enfermedad tiene el 5 por ciento de letalidad son muchas vidas que se habrían perdido”.

De ahí la importancia de lo individual en un asunto global, es cuando un granito de arena cobra un sentido distinto o “El que tanto en tantito” repercute de manera universal.

Actualmente Amanda Montejano trabaja en la matemática como ciencia básica, pura, en donde se encuentra y se crea el conocimiento.

“Siento que cuando hago matemáticas soy un artista, la búsqueda de la belleza a través de un teorema”, expresa la académica como aquel explorador que se aventura o el artista cuando crea emoción en su proceso creativo.

Las matemáticas no son solo números, las matemáticas son un árbol con muchas ramas, la teoría de número es una rama, pero está la lógica, la geometría, la abstracción, las implicaciones, que también son algunas ramas de este árbol.

Las matemáticas están en las cosas que hacemos todos, todos los días. Las matemáticas sirven para pensar, para razonar, para ejercitar la mente. Así como los peces nadan y las aves vuelan, así los seres humanos hacemos matemáticas, una de las condiciones que tenemos en este planeta. Las matemáticas son una forma de entender y disfrutar la vida”, definió Amanda Montejano.

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