“…el gobierno de México tiene un proyecto de país de primer mundo, una capacidad de ejecución de gobernar de tercer mundo y un rechazo público de país fallido”. Aguilar Camín
La democracia le da derecho al pueblo para elegir y controlar a sus gobernantes. En este supuesto, la convivencia política democrática debería funcionar. En México, la alternancia del año 2000 creó altas expectativas en el camino hacia la democracia.
Quince años después, hay un fuerte desencanto de los mexicanos con la endeble democracia construida. Pero como dijo Churchill “es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de los restantes”. Es por ello que me resisto a aceptar la crisis del sistema político y guardar silencio.
2015 está a punto de terminar y al mover mi caleidoscopio veo luces y sombras en los siguientes espacios:
Gobierno Logró negociar y sacar las reformas constitucionales necesarias para el avance democrático y mejoramiento funcional de México. Reformas con bajo indicador positivo como la fiscal (11%), la electoral (22%); en avance, la energética ( 35%) y la educativa (51%), mejor posicionada.
El éxito de Peña Nieto, logrado con el Pacto por México se ensombrece por temas no atendidos en materia de seguridad por el incremento de homicidios, asaltos, tortura. La inseguridad es el tema que más preocupa a la población. Hay un gran déficit en la prevención del delito.
Una gran sombra, en materia de transparencia, son la corrupción e impunidad, en las que los silencios y pasmos sobre las casas, el desaseo en licitaciones y asignaciones, la falta de rendición de cuentas, entre otros puntos, han dañado la confianza y credibilidad de la población en el gobierno electo por la vía democrática.
Instituciones cuestionadas en todos los ámbitos porque no han sido diseñadas de acuerdo a criterios de gobierno democrático. Existe un andamiaje institucional que no termina de consolidarse. Es obvio que falta rescatar la cultura institucional. Algunos ejemplos:
La Suprema Corte, en la que prevalecen los intereses y conveniencia antes de la pertinencia en impartición de justicia. Sin mecanismo de rendición de cuentas.
El Poder Legislativo concentrado en sus bonos navideños frente a la opacidad en el manejo de los recursos, aprueba al vapor, un sin fin de iniciativas y temas, para disfrutar su merecido descanso. Sin mecanismo de rendición de cuentas.
Los partidos políticos desprestigiados por los moches, concentrados en cuidar su poder a través de la promoción personal de sus dirigentes. Ninguno se salva.
Sociedad Hoy contamos con una ciudadanía más participativa, que opina, cuestiona, denuncia, exige… Hay organizaciones con voz: iniciativa ciudadana #3de3, el incómodo discurso de Neri en la Cámara de Diputados; las redes sociales. Son expresiones del desencanto, la decepción de la política y los políticos.
Esta sociedad que despierta y está más activa da luces a la construcción de una vía democrática. En breve, hay que corregir el rumbo para evitar la decadencia del sistema político mexicano y cambiar la forma de relacionarnos como ciudadanos con el Estado. Esto exige responsabilidades y obligaciones para generar un Pacto de Cohesión Social que consolide la convivencia política democrática en México. ¡Esa es la esperanza!
Posdata: durante 2015, al igual que en México, en el mundo hubo luces y sombras en la política, economía, lo social, entre los poderosos y las multitudes de poblaciones con grandes carencias. Tengo muchos temas para abordar en Caleidoscopio 2016: globalización, migraciones, refugiados, fanatismos, entre muchos más que espero compartir con mis atrevidos lectores.
Mientras que el año que iniciará en unos días, sea promisorio para las personas, comunidades, países, en México y en Querétaro. En especial para tí y tus seres queridos.
Por: Patricia Espinosa Torres
