El ambiente deportivo está enrarecido con la amenaza del Coronavirus o COVID-19
Iván Torres
En Italia ya hubo dos semanas de cancelación de juegos dentro de la Serie A y ya se programan otros para realizarse a puerta cerrada.
El gran circo de la Fórmula 1 se cuestiona la cancelación de sus primeras tres carreras del año e incluso la cancelación del año completo debido a la pandemia. Un espectáculo tan itinerante y masivo, debe tomar sus precauciones.
Pero lo más preocupante para el mundo del deporte es la posible cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio; el comité olímpico internacional se ha pronunciado en apoyo de que continúe el programa cómo está y en su momento se evaluará si se compite sin gente en los estadios, algo insospechado.
Pero ahí quién podría tener un papel relevante serían los medios electrónicos de comunicación. Me puedo imaginar a todas las posibles plataformas tratando de transmitir sensaciones a través de los lentes de las cámaras, y lo que sería comercialmente para quienes ofrecieran la mejor experiencia. Un reto que se abre para despertar a la televisión, algo ya deshabilitado en el núcleo familiar. Esta amenaza del COVID-19, les está abriendo los ojos a los grandes magnates de la televisión y en caso de no tener gente en los estadios, ellos serían los que más ganen. Algo utópico y esperamos que no suceda, ni siquiera pensar en la cancelación de los mismos. Hay una inversión muy importante.
El deporte masivo está en jaque si esto se expande. Veremos qué tan éticos serán los dueños televisivos y a lo mejor hacen su agosto sacando ventaja de que la gente verá los eventos desde sus casas. ¿Tratarán de hacerlo, lo verían como una oportunidad? Al tiempo.