En Europa existen populistas de izquierda, como el gobierno de España, pero también de derecha en Inglaterra, Hungría y Polonia. El caso más problemático y difícil de atender es el de Hungría.
Alejandro Gutiérrez Balboa/Columnista
Varios problemas enfrenta la Unión Europea agudizados por la pandemia. Uno de ellos, el de la ayuda a los países miembros más afectados por la crisis económica, surgida como consecuencia del confinamiento. Denominado Fondo Anticrisis, aún no ha sido aprobado y países como España o Italia, que dependen de ellos para salir adelante, se verán muy afectados. Otro problema es el del populismo.
En Europa existen populistas de izquierda, como el gobierno de España, pero también de derecha en Inglaterra, Hungría y Polonia. El caso más problemático y difícil de atender es el de Hungría.
País gobernado desde hace 10 años por Víktor Orban, del partido Fidesz, este populista presenta características que también siguen populistas de izquierda. Otra es el nacionalismo que chocan con la idea y postulados que rigen la Unión Europea.
La UE ha efectuado varios señalamientos al gobierno de Orban que se ha defendido acusando a la Unión de interferencia indebida en los asuntos internos húngaros. Vale la pena destacar el eje en el que giran este tipo de populismos:
De las principales críticas de la UE destacan la falta de independencia en el poder judicial, en el que se han sustituido jueces adelantando su edad de jubilación y nombrando incondicionales al gobierno. Por otra parte, en Hungría existen pocos mecanismos independientes para investigar casos de corrupción de altos funcionarios, situación cada vez más frecuente y que queda en total impunidad.
Orban ha emitido una Ley de medios por la que se financian medios de comunicación afines al gobierno, con lo que se restringe el pluralismo y se pone en riesgo la libertad de prensa. Destaca también el discurso y políticas antimigratorias, actitud en la que es seguido por los gobiernos de Polonia, República Checa y Bulgaria. Orban gobierna con base en referéndums y ha logrado que la población se distancie del deseo de participar en la vida pública
El partido gubernamental surgido poco después de la caída del Muro de Berlín en medios universitarios y que era liberal en su origen, pronto se volvió de derecha y ultraconservador con tintes radicales, aunque muchos lo califican de neoliberal.
Los populismos tienen en común el ser autoritarios, nacionalistas, enemigos de la globalización y destruir las bases democráticas de la sociedad; muchas veces debilitan la economía, por lo que no son para sus ciudadanos una opción, sino un peligro.