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La Antártida, el continente que no ha registrado contagios de Covid-19

En la Antártida, de registrar casos de Covid-19 solo se contaría con un pequeño hospital donde trabaja un médico general y un par de enfermeros Mientras el nuevo coronavirus avanza de forma acelerada por el mundo, dejando miles de muertes a su paso, hasta ahora hay un continente libre de contagios: la Antártida. En esta … Leer más

En la Antártida, de registrar casos de Covid-19 solo se contaría con un pequeño hospital donde trabaja un médico general y un par de enfermeros

Mientras el nuevo coronavirus avanza de forma acelerada por el mundo, dejando miles de muertes a su paso, hasta ahora hay un continente libre de contagios: la Antártida.

En esta tierra cubierta de hielo, donde el clima frío, seco y ventoso no da tregua, sus pocos habitantes están tomando todas las medidas necesarias para evitar que la pandemia los golpee.

Y es que, en un lugar tan inhóspito y aislado como este, que cuenta con un solo hospital para atender necesidades básicas, un brote de covid-19 podría ser fatal.

En una entrevista telefónica que realizó la BBC al capitán de fragata de la armada de Chile, Alejandro Valenzuela Peña, se pudo conocer qué es lo que sucede en la Antártida.

“Aislamiento total”

La estación marítima de bahía Fildes, ubicada en el extremo suroeste de la isla Rey Jorge (también denominada 25 de Mayo por los argentinos), es una de las “puertas de entrada” a la Antártica.

En la Antártida conviven todo el año unas 170 personas en bases pertenecientes a distintos países, entre ellos, Chile, Uruguay, Rusia y China.

La Antártida, el continente que no ha registrado contagios de Covid-19
Foto: BBC

Los pingüinos se ven por doquier y su rica fauna marina es el atractivo para los científicos que viajan periódicamente al conocido como “continente blanco” con el fin de realizar exhaustivos estudios.

Pero hace ya algunas semanas no se ven investigadores por estas tierras, cuando el coronavirus que causa el covid-19 comenzó a propagarse por China, en enero pasado, la base de este país cerró sus puertas.

Sucesivamente, el resto de las naciones hicieron lo mismo y hoy, la mayoría de ellas se encuentran completamente aisladas.

El último buque de pasajeros de la armada de Chile llegó a la bahía el 3 de marzo. Y el último vuelo el 26 de ese mismo mes, y se llevó a todas las personas que trabajaban de forma temporal en la Antártica (entre ellos, los científicos).

Estamos viviendo el aislamiento total. Un aislamiento dentro del aislamiento, dice Alejandro Valenzuela Peña.

“Aquí la pandemia se ha vivido de cerca, las bases estamos tomando las mismas medidas que cada país determina”, añade.

Así, por ejemplo, la representación chilena debe apegarse a las instrucciones del gobierno central de ese país, siguiendo indicaciones como el distanciamiento social, el uso mascarillas o el regular lavado de manos.

Hoy ya no hay contacto entre los que convivimos en la Antártica. No se está realizando ninguna actividad, ni celebraciones entre instituciones, ni contacto con bases extranjeras, que es lo que más afecta porque en este continente hay mucho de camaradería y cooperación entre las distintas bases”, dice Valenzuela Peña.

¿Y si llegase el coronavirus?

En la Antártica, los recursos sanitarios son limitados.

Según explica el capitán de fragata de la armada de Chile, solo hay “un pequeño hospital donde trabaja un médico general y un par de enfermeros.

Ni hablar de camas para casos críticos, respiradores artificiales u otras instalaciones que son claves para combatir el covid-19.

“Si tuviésemos a una persona infectada, lógicamente la acción inmediata tendría que ser evacuarla del continente, dice.

El gran problema, explica, es que eso implicaría el movimiento de aeronaves o buques.

Y, si el clima no acompaña, la tarea sería muy compleja, acotó.

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