A raíz del éxito en descargas del videojuego para dispositivos móviles, Pokémon Go, y el estreno de la película Detective Pikachu, la agencia investigadora de mercado y negocio se dio a la tarea de realizar un estudio para estimar el costo de los pokemones, todo bajo el supuesto de poder producirlos en masa, como si se tratara de un producto de laboratorio.