Especial: Solo 20% de mujeres cuenta con una tarjeta de crédito

Juan Carlos Machorro

A pesar de las brechas de género, las mujeres son parte fundamental para la economía. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), más del 65 por ciento de las mujeres cuentan con al menos un producto financiero.

Resulta primordial impulsar el acceso a servicios y productos financieros eficaces  a la medida de las necesidades de este género y que permita a las mujeres ahorrar, solicitar créditos y contar con herramientas financieras que les brinde mayor autonomía y desarrollo económico.

En México, solo dos de cada 10 mujeres actualmente cuentan con un producto de crédito personal, de acuerdo con la encuesta  ‘Hábitos de ahorro y finanzas personales de las mujeres’ realizada por la casa de investigación Defoe, en alianza con la comunidad femenina Finanzas en Tacones, que ayuda a las mujeres a mejorar la relación con su dinero.

El estudio arrojó además que, a nivel nacional,  únicamente el 20 por ciento de las mujeres cuenta con una tarjeta de crédito. De quienes suelen utilizar este instrumento,  el 30 por ciento dijo usarlo solo en casos de emergencias, el 22 por ciento lo requiere para comprar productos específicos  y 15 por ciento busca aprovechar ofertas de meses sin intereses.

“Lo preocupante es que 18 por ciento de las mujeres afirma que la utiliza para completar su gasto mensual y 15 por ciento para pagar gastos diarios que ya no pueden cubrir. Esto destaca que poco más de un tercio de las mujeres que utiliza una tarjeta de crédito lo hace como una extensión de sus ingresos, situación que puede afectar de manera importante sus finanzas”, advierte Yamil Nares, director general de Defoe.

Cuidar el bienestar financiero no es una tarea sencilla, requiere conocer los servicios y productos financieros que pueden ser de utilidad y se ajusten a las necesidades de cada persona, y ello implica contemplar también los riesgos de cada uno.

Una mala decisión o mal uso del ‘plástico’ puede mermar por completo el equilibrio de un individuo y afectar su patrimonio.

“Una tarjeta de crédito puede ser una gran aliada, pero si no se maneja adecuadamente puede terminar siendo un mal sueño. Hay quienes la utilizan como una forma de financiamiento de ciertos productos o servicios, pero hay quienes se les olvida que no es una extensión de su dinero y es aquí cuando se puede volver contraproducente”, señaló Lucía Quiroga, creadora de Finanzas en Tacones.

La recomendación es tomar cursos de educación financiera y/o asesorarse sobre el buen uso de las distintas herramientas financieras para usarlas a su favor y tomar decisiones inteligentes respecto a su economía.