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Baja la inflación en México

México finalizó 2021 con una inflación anualizada de 7.36 por ciento, la mayor tasa en dos décadas. (AP)
México finalizó 2021 con una inflación anualizada de 7.36 por ciento, la mayor tasa en dos décadas. (AP)

México finalizó 2021 con una inflación anualizada de 7.36 por ciento, la mayor tasa en dos décadas.

AP

La inflación en México registró en enero una desaceleración que llevó la tasa anualizada a 7.07 por ciento pese al avance de los precios de alimentos básicos, lo que hace prever a los analistas que la suba del costo de vida persistirá durante buena parte del año.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo enero un alza de 0.59 por ciento, respecto del mes anterior, lo que llevó la variación anualizada a 7.07 por ciento, menor al registro que se reportó en diciembre, informó el miércoles el estatal Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). México finalizó 2021 con una inflación anualizada de 7.36 por ciento, la mayor tasa en dos décadas.

A pesar de que INPC mostró en enero un comportamiento más moderado la inflación subyacente -considerada medular de la economía debido a que excluye los bienes y servicios de mayor volatilidad- alcanzó una tasa anualizada de 6.21 por ciento, el mayor registro desde septiembre de 2001. Esto alimentó la preocupación de los analistas de que las presiones inflacionarias se mantendrán buena parte del año en la segunda mayor economía de Latinoamérica.

Los incrementos de precios se dieron en productos básicos como el limón, que se ha elevado en más del doble en un año, el aguacate, la papa, los plátanos, el pollo y en servicios como los restaurantes y loncherías, indicó el INEGI.

Para hacer frente a la escalada de los precios el Banco de México ha impuesto desde mediados de 2021 una política monetaria restrictiva que se espera que sea ratificada el jueves con un nuevo incremento en las tasas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que las presiones inflacionarias representan un “desafío” para su gobierno y ha atribuido el avance de la inflación a un “fenómeno también externo”.

México enfrenta la aceleración de la inflación en medio de un estancamiento de su economía.

Desde hacia Asia hasta América muchos países se han visto golpeados por las presiones inflacionarias que han estado asociadas con la pandemia de coronavirus, la caída de la oferta de algunos bienes y materias primas y los incrementos de precios en los alimentos y energéticos.

Brasil, al igual que México, no ha podido escapar a los embates de la inflación. Durante enero los precios en la mayor economía de Latinoamérica se aceleraron 0.54 por ciento, la tasa más alta para este mes en los últimos seis años, lo que llevó la variación anualizada a 10.38 por ciento, ubicándose por debajo del registro de noviembre que fue el mayor desde 2003.

Los precios de los bienes y servicios en ocho de las nueve categorías principales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas se incrementaron en enero, encabezados por el alza del 1.8 por ciento de los artículos para el hogar, que incluyen electrodomésticos y muebles, así como un aumento del 1,1% en los alimentos y bebidas. Este último pesa especialmente sobre los pobres.

Durante el año pasado el banco central brasileño aumentó agresivamente las tasas en un intento por reducir el costo de vida. Los economistas esperan otro aumento de las tasas en la próxima reunión del organismo monetario.

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