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Agroindustria mexicana desaprovecha el ‘nearshoring’

Las actividades agrícolas son esenciales para la economía del país, con una participación en el PIB de 2.5 por ciento.
Las actividades agrícolas son esenciales para la economía del país, con una participación en el PIB de 2.5 por ciento.

Querétaro es uno de los estados que está presente en las opciones de relocalización de proveeduría que trae la tendencia del ‘nearshoring’ agrícola

Juan Carlos Machorro

El ‘nearshoring’ para la economía mexicana, señala un estudio de J.P. Morgan, es una oportunidad económica que representará entre 80 mil millones y 170 mil millones de dólares de exportaciones adicionales en los siguientes cinco años, significando un crecimiento adicional en el PIB de México de entre 1.2 y 2.6 por ciento al año durante dicho periodo.

Sin embargo, hay sectores que no han sido impactados por este fenómeno empresarial, como es el rubro agroindustrial, y que deben ser tomados en cuenta: el energético, la falta de tierra, que no sea factible contar con servicios, la mano de obra especializada y la seguridad para personas y empresas.

Un ejemplo claro sobre la impreparación de México en sus sectores agroindustriales para el adecuado aprovechamiento del ‘nearshoring’ de empresas del sector alimentos, ganadería, vegetales y todos sus derivados es la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), que declaró que “no tiene la información o capacidad de opinar sobre la realidad del ‘nearshoring’ en la nación en su sector agroindustrial, arguyendo que desconoce el real impacto actual o futuro del traslado de empresas a favor del sector primario productivo del país.

Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), señaló que el sector agroindustrial (agricultura, alimentos, ganadería, perecederos), no es tan asociado al ‘nearshoring’ y no está enfocado a energías e insumos electrónicos, pero se estima se presente un fenómeno de ‘nearshoring’ interno nacional, quizá no tanto internacional, con el traslado de las grandes empresas agroindustriales del centro y norte mexicano al sur del país.

“El ‘nearshoring’ es un fenómeno empresarial global, pero en México no se estima que tenga tanto impacto en el sector agroindustrial, al ser un sector no tan industrial”, dijo.

Enfatizó que el llamado ‘nearshoring’, que es la reubicación de empresas y cadenas comerciales, aplica no solo en sistemas empresariales e industriales, sino también se espera que genere cierto impacto en las corporaciones agrícolas que requieren mostrar avances de los reacomodos productivos.

A la fecha, en la nación no se aprecia que el ámbito agroindustrial tenga una amplia relación con el ‘nearshoring’. Tras consultar a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) federal sobre si dicha dependencia tiene conocimiento sobre nuevas organizaciones, inversiones o que el sector agroindustrial nacional esté siendo promocionado en el extranjero y fuese atractivo para la llegada de nuevas empresas, la respuesta fue el silencio y desconocimiento del tema.

La mayor presencia de compañías en los parques industriales localizados en México corresponde al sector automotriz y autopartes (24 por ciento), seguido de los centros de distribución y logística (16 por ciento), eléctrico–electrónico (7 por ciento), metalmecánico (7 por ciento) y tan solo un 5 por ciento en el rubro de alimentos y bebidas.

Según una encuesta reciente del Banco de México, el 16 por ciento de las empresas con más de 100 empleados en el país ya reportan beneficios del ‘nearshoring’, especialmente las que se ubican cerca de la frontera norte, en ámbito no agroindustrial.

 

El sector de alimentos significa el 5% de las inversiones

Las actividades agrícolas también juegan un papel esencial en la economía del país, con una participación en el producto interno bruto (PIB) del 2.5 por ciento. Además, los estados de Sinaloa, Jalisco, Querétaro, Coahuila, Michoacán y Sonora son los principales productores de hortalizas en la región latinoamericana.

Valeria Moy Campos, directora general del IMCO, estuvo de acuerdo con su colega de dicho organismo y añadió que la agroindustria es un sector complejo y dispar en su desarrollo y empresas participantes, pues hay grandes corporaciones agrícolas y ganaderas en el norte de México que son eficientes, pero enormemente ineficientes en el uso de insumos como el agua; aunque serán los que mejor aprovecharán el ‘nearshoring’.

El reto del país es provocar que la cadena de exportación, importación, traslado de empresas y uso adecuado de elementos básicos otorguen un beneficio al pequeño productor.

Actualmente, uno de los sectores con mayor potencial para el ‘nearshoring’ puede ser la industria de la agricultura, principalmente en las regiones del norte y el Bajío por poseer competitividad global en agroindustria y agricultura protegida.

Con respecto a ello, Homero Ontiveros, consultor de GreenTech Americas y director de AgTech América, indicó que se espera que la reubicación de las cadenas de producción en el campo agrícola y ganadero permita que entidades como Querétaro comiencen a apreciar los beneficios de esta nueva realidad en el corto plazo.

En materia de internacionalizar el campo queretano, el presidente del Centro Empresarial Querétaro de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Jorge Camacho Ortega, dijo que en los pasados dos años han realizado giras comerciales a Estados Unidos para promover a la entidad queretana como destino de atracción de inversión en el sector.

El empresario resaltó que Querétaro es uno de los estados que está presente en las opciones de relocalización de proveeduría que trae la tendencia del ‘nearshoring’ agrícola.

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