En noticia reciente, se refiere que el Gobierno estatal recortará alrededor de mil empleados, principalmente directores y cargos intermedios, básicamente por la falta de recursos causado por los recortes del presupuesto del próximo año. Si bien son entendibles y necesarios los cambios de plantilla laboral en las administraciones municipales y en la estatal, por el cambio de partido político en el poder, resulta preocupante que, además del cambio, exista el adelgazamiento de la plantilla laboral.
Supongo que las oficinas de Recursos Humanos asumirán el criterio profesional en la selección del nuevo personal y evitar incorporar a personas con las que se tengan vínculos políticos o amistosos exclusivamente. No está de más hacer ésta recomendación, aunque todos sabemos que los compromisos y recomendaciones son la mejor carta de presentación para ocupar un puesto o plaza en la estructura gubernamental.
En el ejercicio de las profesiones hay de todo, buenos y malos, y aunque es un derecho la búsqueda de empleo, el desempeñar un cargo en gobierno requiere de compromiso, capacidad, responsabilidad y desgraciadamente no todos los profesionistas asumen convenientemente estos principios éticos. Por ello, recordarles a los Presidentes Municipales y al Gobernador del estado que recién inician actividades, para que evalúen adecuadamente a los aspirantes y constaten que cumplan con la documentación oficial para ejercer un perfil laboral con la corresponsable profesión que se requiere. Muchos de ellos, por no decir todos, deben acreditar una pertenencia a su colegio de profesionistas, estar habilitados en la competencia que desempeñan o hasta contar con una certificación profesional. Cuando el personal que se contrata no realiza adecuadamente su función, no solo los objetivos de la administración se incumplen o se realizan equivocadamente, sino que también representa un desprestigio a su gremio profesional.
Ahora, qué decir de la falta de personal para atender los programas de impacto y beneficio para la población. Me refiero a los que normalmente se ejecutaban en el Consejo Estatal contra las Adicciones, Secretaría de la Juventud, Secretaría de Educación, Secretaría de Salud, Centro Estatal de Salud Mental, Universidad Autónoma de Querétaro, Secretaría de Desarrollo Social, en la Universidad Tecnológica de Corregidora y en muchas otras dependencias, instituciones y organismos públicos. Representa la cancelación de programas de atención integral que ofrecían servicios de nutrición, medicina, derecho y psicología dirigidos a los adolescentes y jóvenes. Resultado de ello, es que los cursos, conferencias, consultas y atención de urgencias se verán disminuidas en cantidad con la consecuencia de dejar desprotegidos a grupos vulnerables como son niñas, niños, adolescentes y jóvenes, escolares y de zonas menos favorecidas.
Vislumbro para el próximo año dos escenarios: primero, el incremento de conductas de riesgo como son alcoholismo, embarazos tempranos, adicciones, suicidio y, segundo, la no participación altruista de profesionistas como lo son los psicólogos, pues para ellos está prohibido prestar un servicio profesional sin remuneración económica o reconocimiento, particularmente al estado, que se niega a reconocer e incrementar el trabajo profesional de ellos.
¿Serán los psicólogos una profesión en extinción en el presente sexenio? La decisión está por tomarse.
Por: Juan Carlos García Ramos
