La Auditoría Superior de Federación (ASF) determinó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) no cumplieron con el objetivo de utilizar los resultados de los exámenes en el nivel básico de alumnos, docentes y escuelas, para tomar decisiones y emitir directrices y acciones de política pública que contribuyan a mejorar la calidad de la enseñanza. La SEP falló en su intención política, se olvidó de lo que dijo uno de los mejores presidentes de México: “La paz de la escuela es la paz de México. (Adolfo López Mateos. 1962. Cuarto Informe de Gobierno. Poder Ejecutivo Federal. México).
Los conflictos creados por una implantación inadecuada de La Ley General del Servicio Profesional Docente, han llevado a fuertes censuras al régimen y al desprestigio de Nuño, el titular de la SEP. En una encuesta sobre los precandidatos de su partido a la Presidencia, aparece en el último lugar con 1 por ciento de aceptación. A pesar de la evaluación no utilizada, la SEP cesó a 3 mil 600 maestros que se negaron a presentarse a la evaluación. En conclusión, la festinada evaluación docente no sirve para nada útil, sólo sirve para reprimir. Lo que intriga es por qué la USEBEQ se apegó a esta política. Las consecuencias no serán para Nuño sino para los que dirigen la Educación Estatal. (Laura Poy Solano. 26 de febrero de 2016. “La SEP no uso la evaluación para mejorar calidad de la enseñanza, dice Auditoría”. Periódico La Jornada. Ciudad de México).
En educación, el gobierno federal divaga entre las torpezas, ocurrencias y actitudes que ahora muestran indicios de un ogro nada filantrópico. El ogro filantrópico era la naturaleza contradictoria del estado mexicano, a veces creador y protector, y en otra cruel y represivo, pero eso sí, siempre enfermo por la rapacidad y la corrupción de sus funcionarios. Sin embargo, su lado más peligroso son las tentaciones de la alta burocracia, contagiada por la manía planificadora de nuestra época, que pretende hacer de todo, un borrón sexenal y cuenta nueva. (Octavio Paz. 1981. “El ogro filantrópico”. Editorial Joaquín Mortiz. Ciudad de México).
Los ejecutantes de la Reforma Educativa, además de mostrar su impericia política, han demostrado su desconocimiento administrativo. En toda institución, la ejecución exitosa exige el manejo eficaz del cambio. Manejar el cambio es tremendamente complejo y difícil. La falta de experiencia y conocimiento provocó que los responsables de lograr el cambio no hayan puesto énfasis en aspectos del manejo del cambio que afectan directamente los resultados de la ejecución. El manejo del cambio depende, en principio, de seis aspectos.
En primer término, se debe considerar el tamaño y contenido del cambio, en este aspecto es evidente que la Reforma fue un acto de voluntarismo o protagonismo político, no se valoró adecuadamente la dimensión de lo que se necesitaba cambiar, ni las amenazas que enfrentaría la organización y cómo debía responderse a ellas.
Segundo. Tiempo disponible para el cambio. Un cambio como el del Sistema Educativo debe ser transexenal o una razón de Estado que sea respetada sin importar quien gobierne.
Tercero. Tácticas del proceso de cambio. No se consideró o se hizo equivocadamente, el análisis de lo más conveniente; avanzar por partes o todo al mismo tiempo, lenta y metódicamente o con rapidez para lograrlo de un solo tirón.
Cuarto. Responsabilidad o rendición de cuentas. Se sabe quiénes son los responsables del desorden y la intranquilidad en las escuelas ¿rendirán cuentas?
Quinto. Vencer la resistencia al cambio. La resistencia abierta y, en especial, la encubierta, pueden matar o perjudicar considerablemente el cambio. Sería interesante saber, explícitamente y no con el linchamiento mediático de los maestros, a quien se consideró resistente al cambio y por qué ¿están todos los que son?
Sexto. Monitorizar el cambio. En este aspecto se deben mostrar evidencias de que el cambio avanza y en qué medida ¿Se avanzó? ¿Cómo lo sabemos objetivamente? (Lawrence G. Hrebiniak. 2007. “Asegúrese de que la estrategia funcione. Cómo liderar la ejecución y el cambio eficaces”. Grupo Editorial Norma. Ciudad de México)
Por: Amado López Guerra