El año entrante se cumplirán 10 años de que Jack Nicholson y Morgan Freeman aparecieran en la memorable película ‘Antes de partir’ (The Bucket List), en la cual interpretan a dos adultos mayores que escapan de un pabellón de enfermos de cáncer para emprender un viaje a los lugares más insospechados del planeta y satisfacer así sus últimos deseos.
Desde entonces, miles de personas en los cinco continentes han emulado a los personajes de este filme para elaborar y cumplir sus listas de deseos, permítaseme la expresión, antes de ‘estirar la pata’. Algunos son enfermos terminales, pero muchos otros simplemente parten de la filosofía de que no hay que esperar a estar en artículo de muerte para vivir sus fantasías.
Ejemplo de estos últimos es el diseñador digital tabasqueño Sergio Sala, quien en su ‘blog’ comparte las 158 cosas que le gustaría hacer desde ahora que es joven. Aunque algunas de éstas no parecerían tan demandantes, ya las empezó a cumplir (escalar nuestra querida Peña de Bernal). Sin embargo, otras no fueron cosa de ‘enchílame otra’, como la ocasión en que se le hizo montar a camello en el desierto del Sahara.
Uno de los casos más impactantes de enfermos terminales que optaron por recorrer mundo sucedió recientemente y fue protagonizado por Leanne Bachop, una neozelandesa de 47 años con una variante muy poco común de cáncer, quien tristemente falleció hace dos escasas semanas. Ante el dilema de someterse a agresivas quimioterapias o pasar el resto de sus días en libertad, la admirable mujer optó por lo segundo.
Gracias al cobro anticipado de su seguro de vida, el año pasado cumplió su deseo de visitar, al lado de Mike, su pareja de toda la vida, lugares tan remotos como la Polinesia francesa y los Emiratos Árabes Unidos. Después de tres meses de jornada, ambos se vieron forzados a regresar a Nueva Zelanda, tras su marcado deterioro de salud.
Hace algunos días, su cónyuge manifestó ante los medios informativos su admiración y afecto por su querida Lea, como le llamaban cariñosamente sus seres queridos. “Fue la persona más valiente que he conocido y ha sido un honor y un privilegio haber sido testigo de cómo un ser humano fue capaz de seguir adelante a pesar de sus serios padecimientos; la mayoría preferiría quejarse, decir ‘¿por qué yo?’ y darse por vencido”.
La historia de Lea se conoció con ella aún en vida, pues decidió hacerla pública a través de su página de Facebook. Para fines de este artículo, me he permitido traducir algunos pasajes de su diario y así compartirlos contigo, lector/lectora.
Al disponerse a iniciar su travesía, escribió en agosto pasado: “Para mí, siempre ha sido un privilegio seguir creciendo como persona y hacer del mundo un mejor lugar… Al tomar esta decisión, me siento más viva que nunca ”. Ya en Londres, su primera escala, expresó: “Ésta increíble aventura con mi amado Mike llena mi ser de alegría; es la medicina que mi cuerpo tanto había ansiado”.
En octubre, manifestó desde Tahití: “Ésta es nuestra última escala, ha sido un maravilloso recorrido… Nuestros corazones se sienten plenos; la mente, clara, y mi alma, feliz. Doy gracias por las pequeñas cosas de la vida. Continuaré siguiendo mi intuición y no renunciaré jamás a mis sueños. Las cosas bien han valido la pena”.
En diciembre, ya de regreso en casa, admitió que su salud inexorablemente empezaba a declinar. “Las cuatro semanas recientes han sido un reto para Mike y para mí, pues mi cuerpo se encuentra experimentando cambios físicos. Padezco de una nueva afección cardíaca y los tumores continúan extendiéndose a través de mi torrente sanguíneo. [Sin embargo]… me dispongo a celebrar la Navidad mañana y me siento muy agradecida de poder hacerlo una vez más”.
En la última entrada del ciberdiario, el 10 de enero, reiteró su empeño: “[Heme aquí] enfrentando algunos retos recientes… Cuando uno se siente fuera de lugar, es menester refugiarse en lo ya conocido. Todos conocemos la propia historia, sea que ésta nos agrade o no. Me siento bendecida y amada por todo el amor y cariñoso apoyo que he recibido. FELIZ AÑO NUEVO [a todos ustedes] increíbles personas. Con amor y gratitud, Leanne.”
El 31 de marzo, sus seres queridos escribieron: “A nombre de la familia de Leanna, con tristeza les informamos a todos que nuestra preciosa Lea falleció, llena de paz, esta mañana. Lea ha servido de inspiración a muchos con su determinación y coraje a lo largo de su jornada. Les damos las gracias por amor y el apoyo que le concedieron. Todos, quienes la conocimos, la echaremos tanto de menos”.
El próximo lunes te contaré otras increíbles historias de personas que han hecho suya la filosofía napoleónica: vive feliz ahora, nada te llevarás cuando te vayas.
(*) Doctor en Comunicación por la Universidad de Ohio y Máster en Periodismo por la Universidad de Iowa