1. Los daños no registrados. El reciente sismo de 8.2 grados (escala de Richter) causó la devastación de la ciudad de Juchitán, y dejó casi 100 muertos en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
Las islas del Caribe y la costa de Florida fueron destrozadas por el huracán “Irma”, mientras que el litoral mexicano fue alcanzado tanto por Katia, en el Golfo de México, como por Max, en el Pacífico.
Además de dejar personas heridas, familias separadas, poblaciones incomunicadas y grandes carestías, los desastres naturales paralizaron la vida social: los damnificados viven en refugios o en la calle y no tienen a dónde acudir para recibir cuidados médicos, tomar clases o comprar víveres.