Hay momentos inolvidables para un aficionado. Para mí lo es un día de enero de 1991. Con cinco años me hice fan de los Buffalo Bills tras destrozar a los Raiders 51-3 y llegar a su primer Super Bowl; sin embargo, a veces ser aficionado no es fácil.
Este fin de semana arrancan los playoffs de la NFL, solo cuatro equipos del año pasado repiten en postemporada y apenas cinco saben lo que es ganar un Super Bowl. Esta semana descansan los multicampeones Patriots y Steelers, así como Eagles y Vikings, entre los que juegan, con un título están los Chiefs aunque llevan casi medio siglo desde su único anillo, los Rams ahora en Los Ángeles y los Saints, mientras que Falcons y Panthers tienen cuentas pendientes, los Titans regresan tras una década, lo mismo que los Jaguars, el único de los 12 que nunca ha jugado un Super Bowl, y además están los Bills.
Buffalo tuvo a inicios de los 90 la mejor racha de la historia de apariciones en Super Bowl con cuatro consecutivas; sin embargo, cayeron en todos. A pesar de eso, fueron uno de los equipos más dominantes durante la década. Para una ciudad donde el clima es extremo, la racha y los ocho miembros de los Bills de esos años en el Salón de la Fama muestran los logros de un equipo que se quedó a un gol de campo de cambiar su historia.
Terminando la década, en la temporada de 1999 los Bills llegaron una vez más a playoffs, y en ronda de comodines, los Titans ganaron en la última jugada en el polémico “Milagro de la ciudad de la música”. Desde entonces los Bills sufrieron 18 años hasta que el pasado fin de semana, tras ganar en Miami, hacía falta un triunfo de los Bengals ante los Ravens, y con cuarta y12 en su propio campo Andy Dalton hizo el milagro y conectó un pase de 52 yardas para darle el pase a los Bills.
De esos momentos vive un aficionado, esperando 18 años para ver a su equipo en postemporada, así como pensando qué hubiera pasado si Scott Norwood hubiera conectado ese gol de campo hace 27 años. Como sea, la esperanza existe y para un equipo en su momento grande, es el momento de volver a codearse con los mejores de la NFL.