Este domingo sucedió lo que pocos creíamos volver a ver, lo que él mismo creía imposible hace un año, Tiger Woods volvió a ganar, volvió a hacer que el deporte estadounidense se concentrara en el golf y probablemente dio la escena más grande del deporte norteamericano en el año con miles de personas siguiendo a Tiger en el hoyo 18 de East Lake para quedarse con el Tour Championship.
1,876 días pasaron desde que Tiger ganó un torneo, para el golf y culturalmente ver al mejor jugador de los últimos tiempos ganar hizo que figuras de los campeones de la NBA, estrellas de la NFL, atletas en general, celebridades y miles de fans en todo el mundo inundaran las redes sociales para hablar del ganador de 14 majors.
Lo que representa Tiger en Estados Unidos y a nivel mundial en el deporte en cuestión económica, deportiva, comercial y cultural probablemente solo sea equiparable a Pelé, Muhammad Ali o Michael Jordan, hay otros grandes atletas, pero lo de Tiger es diferente, y lo del domingo recordó al Tiger del 97, el del Tiger Slam, al que sus rivales sabían que no podían vencer.
Hay un antes y un después de Tiger en materia de publicidad, fue el primer atleta negro en un deporte “blanco”, el golf es mediático y olímpico por él, sin él tal vez Lorena Ochoa no hubiera sido tan importante, sin él no habría premios de millones de dólares, no hay deporte individual que genere más dinero, ni un circuito de ningún deporte en el mundo que dé tanto dinero en premios, me atrevo a decir que sin Tiger, ni la NFL, ni la NBA, ni la Champions, ni Messi o Ronaldo producirían tanto dinero, fue junto a Jordan el primer atleta en generar cientos de millones al año, cambiando por siempre el marketing deportivo.
Tiger a diferencia de Messi, Ronaldo, Schumacher, Nadal, LeBron, Brady o Phelps a quienes amas u odias, hace lo que solo Bolt y Federer, la mayoría que siguen su deporte quieren que ganen, inspira a otros atletas como a nadie, este domingo fue una demostración. Como fan de Tiger desde hace 21 años me emocioné como pocas veces, el último torneo de la temporada tuvo al mejor ganador posible, perdonarán Justin Rose que ganó la FedEx Cup y se llevó 10 millones de dólares y Brooks Koepka que ganó dos majors, pero de esta temporada lo que más recordaremos será a Tiger ganando de nuevo.