Ayer se cumplieron 69 años de la Solemne Coronación de la venerada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que se encuentra en su santuario de San Juan del Río, hecho que constituye una de las fiestas más arraigadas.
La primera coronación se realizó la mañana del 19 de enero de 1949, en un solar de la antigua Hacienda de la Venta. Constituyó en su momento uno de los más grandes acontecimientos. Las manos de los obispos de Querétaro, Marciano Tinajero y Estrada, y de León, Manuel Martín del Campo y Padilla, colocaron una hermosa corona de plata, oro y piedras preciosas sobre la imagen de la gaudalupana que llegó a esta ciudad a finales del siglo XVIII y que, según cuenta una leyenda, decidió quedarse en la ciudad.
Las crónicas de 1949 cuentan que miles de personas acudieron. La ceremonia encabezada por los obispos y por el cabildo de la Catedral queretana, junto con una representación del cabildo de la Basílica de Guadalupe, hicieron más solemne la celebración.
Un hecho poco conocido es que parte de la plata utilizada para la corona, y que es la que actualmente se coloca cada 19 de enero, fue recogida de los vagones destruidos del lamentable accidente de ferrocarril de la estación de Cazadero, sucedido en los años 40 del siglo pasado y que fue uno de los más lamentables desastres de ferrocarriles en México.
No podemos entender la historia de San Juan del Río sin hacer referencia a la Virgen de Guadalupe, que ha acompañado a la ciudad desde su fundación, ya que coinciden las aparaciones de la Virgen morena con el nacimiento de la segunda ciudad en importancia de Querétaro. La virgen siempre ha estado en los momentos alegres y en los tristes. Los sanjuanenses han mostrado una gran fidelidad guadalupana, reflejada en una devoción permanente, como lo demuestran en actos como la ‘Peregrinación de Farolitos’, las fiestas de las diputaciones guadalupanas y la peregrinació anual al Tepeyac.
Le pedimos a la Virgen que siga bendiciendo a esta noble ciudad, que cuide a cada uno de sus habitantes, que proteja a cada familia y que siga siendo la intercesora de este pueblo que recibió primero su amor , pero que ha sabido responder con creces. Que la Virgen sea por siempre madre y reina de San Juan del Río.