Después del siglo XVIII, toda Europa y América experimentaron cambios, en la percepción del mundo, en la geopolítica, ciencia, y derechos humanos, transformaron la ideología que se plasmaría en las bellas artes, gracias a la ilustración.
En la primavera del año 1802, el alemán Ludwig Van Beethoven, virtuoso defensor de la Revolución Francesa y de los derechos humanos, admiraba a su contemporáneo Napoleón I Bonaparte, poderoso primer cónsul en Francia que “robustecía” los ideales de la revolución francesa, conquistador de territorio en Europa, y que pretendía acabar con los poderes absolutos.
Beethoven, trabajaba sobre su tercera sinfonía en mi bemol mayor, op. 55 llamada ‘Eroica’, o en español ‘Heroica’, una obra que marcó, el amanecer del romanticismo musical, al romper varios esquemas, uno de ellos, es que dura más de una hora y la tradicional sinfonía clásica duraba 45 minutos, está en principio dedicada a Napoleón.
Se dice que la soberbia y la arrogancia, le ganan a Napoleón y se autoproclama “emperador” en 1804, hecho que a Beethoven lo hace enojar y alcanza a romper parte de la partitura en la que había estado trabajando. El incidente lo olvida, y estrena en 1805 la sinfonía, dedicándola a un príncipe.
Otra anécdota, del emperador Napoleón es que al entrar por la puerta de Brandemburgo en la actual Alemania (Antes Prusia), quita la cuadriga (símbolo alemán) y la lleva a París para mostrarla como símbolo de victoria. Cuando es derrotado Napoleón, Francia la regresa a su lugar.
Cierto es que la política está enlazada al tiempo en creación del arte, construcciones, proyectos y más, pero evitemos fanatismo e idealizar a ‘personajes’ o Gobiernos; si el ego les gana un dia, usted se molestara por las decisiones, y esto no abona para avanzar.
Si usted es ciudadano trabajador, arquitecto, músico, político, periodista, etcétera, no idealice a las Administraciones, opine con objetividad y análisis serio. Opine, trabaje produciendo para beneficio de la sociedad, con proyectos coherentes, ya no es el siglo XVIII, donde se construyeron obras para dejar huellas gubernamentales.