Ayer, como todos los años, estuve pendiente de Miss Universo 2018, pero, en esta ocasión, en especial me llevé muy buen sabor de boca y una esperanza de que algún día el mundo de la moda y la belleza dé un giro de 360° y sea mucho más abierto e incluyente para todos.
Me permitiré hablarles acerca de una mujer ejemplar que, pese a cualquier adversidad que constantemente la vida le ha presentado, ha logrado cumplir su sueño más grande al llevar un mensaje de tolerancia y respeto hacia todo el mundo. Ángela María Ponce Camacho tiene 27 años de edad. Nacida en Sevilla, España, ella cuenta con una Licenciatura en Informática, ha trabajado con chicos con discapacidad como profesora de educación física, es modelo profesional y fue coronada como Miss Universo España 2018. Pero para todos los que no están muy al tanto del mundo de la belleza, se preguntarán ¿qué es lo que la ha hecho sobresalir tanto? Nada más ni nada menos que es la primera mujer transgénero a la que le dan la oportunidad de participar en Miss Universo.
Ángela nació siendo un varón llamado Ángel Mario Ponce, pero a sus 16 años decidió comenzar su tratamiento hormonal y a los 24 años su vaginoplastia; como lo ha comentado, “la identidad viene con nosotros desde antes de nacer y es el hecho de tener esa parte de ti que te dice que tu identidad es femenina”. Si bien es cierto, su vida no ha sido nada sencilla, ya que se ha enfrentado con muchos actos discriminatorios hacia su persona, pero eso nunca la detuvo para lograr sus objetivos; al contrario, fue su mayor impulso para sobresalir.
Aunque no quedó seleccionada dentro del top 20, se fue con una gran misión cumplida, ya que diferentes medios de comunicación comentaron que ella es todo lo que se esperaría de una Miss Universo; es inteligente, perseverante y bella.
“Yo no necesito ganar Miss Universo; solo necesito estar aquí”. Sin duda, está logrando cambiar la historia y los parámetros de los certámenes de belleza en todo el mundo. En una de esas y algún día, alguien de 1.15 centímetros de altura, con un cuerpo no tan perfecto, pero con un objetivo claro de poder transformar la visión del mundo, llega a estos eventos y dice “sí se pudo”.