La Navidad de este año está marcada por la tremenda crisis migratoria hacia Estados Unidos. ¿Qué sentido tendrá esta fiesta para quienes pasarán la Nochebuena en campamentos de refugiados o en las calles?
- La primera Navidad. Cuentan los Evangelios que Jesús nació en la aldea de Belén, dentro de una gruta donde los pastores guardaban su ganado (Lucas 2,1-7). Pero, cuando el rey de Judea, Herodes, se enteró, temió que ese niño fuera a arrebatarle su reino y por eso mando matar a todos los niños de esa comarca. Avisados por un ángel, José y María, huyeron a Egipto para proteger a Jesús, el niño Dios (Mateo 2,13-18).
Así, desde su propio nacimiento, Jesús y su familia vivieron la experiencia del rechazo, porque no hubo “lugar para ellos en la posada” (Lucas 2,7) y porque sintieron el dolor de ser arrancados de su tierra por la migración forzada.
- Hoy tampoco hay posada. A pesar de que hay bastantes casos de buena acogida a los migrantes y refugiados, es una realidad que su llegada “suscita en las poblaciones locales, con frecuencia, sospechas y hostilidad”.
Y con esto viene también el temor de que surjan convulsiones en la paz social, o se pierda la identidad o la cultura, que se acaben los empleos o que aumente la criminalidad. (Cfr. Francisco, Mensaje, 5 ago. 2013)
Se requiere entonces “la superación de los prejuicios y preconcepciones en la evaluación de las migraciones”. Y en este ámbito concreto, los medios de comunicación y las redes sociales tienen un papel relevante y de mucha responsabilidad, pues tienen la capacidad de “desenmascarar estereotipos y ofrecer informaciones correctas”, en las que habrá que denunciar “los errores de algunos”, pero también “describir la honestidad, rectitud y grandeza de ánimo de la mayoría”. (Ibídem)
Epílogo. Celebramos el nacimiento, la natividad, del Dios que se hizo niño, del Dios que al hacerse hombre quiso identificar su vida con la existencia de los migrantes. Que en esta noche tan especial sepamos compartir con ellos nuestra cena, nuestras plegarias o nuestros buenos deseos, y sobre todo, que nos demos la oportunidad de cambiar nuestros estereotipos sobre ellos, pues en su mayoría son buenas personas.