Esta semana platiqué con un queretano de esos que comúnmente se dice “ya quedan pocos”, que creció en el barrio de San Francisquito, y que conoce a la mayoría de sus vecinos, jugaban desde niños y la mayoría sabe a qué se dedica cada quien.
Platicamos sobre el famoso sentido de pertenencia, que no es otra cosa que el vínculo (cariño/afecto) que sentimos hacia algo, puede ser un grupo de personas, una actividad, un lugar, una disciplina, una institución, una empresa, una nación, una ciudad, etc.
Me asombró el sentido de pertenencia que tiene Don Jesús hacia su barrio. Está orgulloso de vivir ahí y me compartió que se conserva aún esa comunidad en la que la mayoría se conocen, se apoyan y saben qué familias están ahí.
Le pregunté si no ha notado cambios en sus vecinos, refiriéndome a que llegara gente nueva a vivir al barrio. Inmediatamente me compartió que recientemente, algunos se han ido, y ese fenómeno está sucediendo en las colonias de la periferia del Centro Histórico: Los hijos crecieron, los adultos mayores se quedan solos y deciden vender o lamentablemente fallecen, provocando la llegada de gente nueva que no tiene el mismo sentido de pertenencia que quienes ya están ahí.
Vivir en un barrio, tiene beneficios intangibles que los nuevos desarrollos no ofrecen. En México, por ejemplo, algo tan simple, tan sencillo y para mi valioso, es el simple hecho de que quien atiende la tiendita vive ahí y nos conoce. Llegar a un lugar y saber quién nos atiende genera confianza, empatía y se fortalece la comunidad.
Lo mismo pasa con los vecinos, conocerse, apoyarse, y saber con quién vivimos es una cualidad que se está perdiendo tras la proliferación de los desarrollos que agrupan un número de viviendas y las encierran.
En un barrio, la mayoría de nuestras necesidades se ven atendidas con sólo caminar unas cuadras, por lo que el automóvil es sólo para entrar o salir de él, y no como ahora que se utiliza para ir a la tienda de conveniencia más cercana en la que cambian a los dependientes cada 6 meses.
Si usted no es de Querétaro, probablemente extrañe algo de su ciudad natal, aquello que le da sentido de pertenencia, ¿qué es lo que más extraña de ese lugar del que partió?