No cabe duda que en todo el mundo los trabajadores sanitarios son los héroes de esta gran batalla que todos estamos librado de una u otra forma
Francisco Pájaro Anaya
En días pasados pensaba escribir un poco sobre las epidemias que ha habido en San Juan del Río y en Querétaro, sobre todo desde el punto de vista histórico, ya que a lo largo de la vida de nuestras ciudades siempre han existido epidemias que de alguna forma u otra han mermado la vida de las sociedades y lógicamente de nuestras ciudades.
Incluso comentaba con algún amigo, que recordando cómo eran nuestras ciudades hace mucho tiempo, comentábamos que muchas eran pintadas de color blanco, pensando mi amigo que era un color muy vivo y que se veían bien las ciudades con ese color, sin embargo le recordé que no fue por querer pintar las ciudades de blanco, si no que se pintaba con cal como una forma de sanitizar (si queremos utilizar este término actual) a las ciudades, y fue como se les quito los colores que tenían nuestras casas, pero el pintar de cal quedando un aspecto blanco fue con motivo de las epidemias que azotaron nuestras ciudades y de ahí esta necesidad que luego paso hacer un moda interesante en la imagen urbana de las ciudades.
De repente, pensando en todos estos temas y sobretodo ahora con la epidemia del virus SARS-CoV2 (Covid 19), creo que es necesario dedicar unas líneas todas aquellas personas que en este momento se encargan de cuidar nuestra salud, de aquellas personas que acosta de su propia vida nos están cuidado o están cuidando a todos los que desafortunadamente se han contagiado de este virus y me refiero en específico a todos los trabajadores sanitarios que están en sus trincheras dando ejemplo de valor, de profesionalismo, de integridad, de solidaridad, de humanidad, de apoyo y de caridad a todos los enfermos y a las familias de los mismos.
No cabe duda que en todo el mundo los trabajadores sanitarios son los héroes de esta gran batalla que todos estamos librado de una u otra forma, sin embargo, ellos nos han puesto el ejemplo y desde estas líneas los animo a seguir adelante y a continuar siendo ejemplo vivo para cada uno de nosotros. Es difícil estar en estos momentos en los centros de salud, en hospitales, es muy difícil no poder estar con la familia o con las personas que queremos, pero sobretodo es difícil la situación de la pandemia, por eso les digo y les decimos toda la sociedad: ¡Animo!, con su esfuerzo, con su ayuda, con sus cuidados saldremos todos adelante, así como en otras situaciones a las que nos hemos enfrentado.
A los doctores, enfermeras, enfermeros, al personal de ambulancias, a los intendentes sanitarios, a los vigilantes de los centros de salud, a todos los que son parte del gran equipo médico que nos cuidan, les damos las gracias por su trabajo y esperamos que cuando termine esta emergencia sanitaria podamos darles un fuerte abrazo y entregarles el más sentido de los reconocimientos por la labor que están realizando. Por lo pronto a todos nos queda la tarea de quedarnos en casa y cuidarnos unos con otros.