La llamada “Ley Garrote” es un atentado contra el proceso legislativo
Hugo Cabrera
Los contrapesos son una parte esencial dentro de la vida pública, la historia nos ha demostrado la importancia de los equilibrios en el poder; balance entre los distintos poderes del Estado, y también al interior de los mismos, como el Poder Legislativo.
Serenidad y seriedad exige el delicado momento que vivimos en México y el mundo. Contundencia en las decisiones, sí; pero también prudencia en las acciones de gobierno.
En el Congreso Local de Querétaro los dos órganos de gobierno con los que cuenta, la Junta de Coordinación Política y la Mesa Directiva, han sido cooptados por el grupo mayoritario y sus aliados, sin dar voz ni representación a la segunda y tercera fuerza de la Legislatura, prácticas tiránicas que les han permitido excederse en productos legislativos que en ocasiones no obedecen a los intereses de los queretanos y que dejan entrever su espíritu autoritario.
La llamada “Ley Garrote” es un atentado contra el proceso legislativo, una amenaza para nuestra democracia y un ataque a la libertad de las personas bajo el pretexto de proteger la salud.
En su momento señalamos que las reformas al Código Penal debieron turnarse a la Comisión de Administración y Procuración de Justicia dada la naturaleza jurídica de las iniciativas, sin embargo fueron turnadas a la Comisión de Gobernación.
Ese déficit de procedimiento, arrojó problemas de fondo ya que, al mezclar temas diversos, confundieron propósitos distintos y, tratando de resolver cuestiones sociales, crearon problemas legales: Es un engendro legislativo.
No podemos permitir que la emergencia sanitaria sirva de pretexto para construir un traje a la medida de intereses que pretenden coartar la libertad de expresión de la ciudadanía y perseguir la protesta social. En congruencia con lo señalado presentamos reservas a los artículos 287, 288 y 289, la aplanadora del grupo mayoritario desechó las reservas y con esto dejó en evidencia su indolencia ante la inconformidad social que se expresó ante una Ley mañosa y despótica que limita las libertades de la sociedad.