La primera tarea de un presidente es crear un gobierno para todos
Roberto Mendoza
Millones de mexicanos esperaban que este gobierno fuera el inicio de un cambio si no radical, cuando menos emblemático, durante 12 años quien hoy es presidente de la República fue un férreo critico de los gobiernos anteriores, señalaba todo lo que estaba mal y proponía, la más de las veces, una solución alternativa. Incluso pidió la renuncia de varios expresidentes, por diversas razones: incapacidad, corrupción, enriquecimiento ilícito o por uso y abuso de poder.
Hoy en el poder, donde tanto anhelo estar, pareciera que las cosas no han podido cambiar y ahora él es señalado. México, de por sí, es un país complicado, dentro del país, como bien señala Jorge Castañeda, hay muchos Mexicos, comunidades que defienden intereses que han conquistado o que han creado, lugares que se niegan a cambiar porque, así como están creen que están bien y no permiten que nadie les diga cómo vivir; a la par de lugares que exigen un cambio para ser integradas a una comunidad mundial, en donde piensan, estarán mejor.
La primera tarea de un presidente es crear un gobierno para todos, en el delicado equilibrio del país, las comunidades cambian constantemente de posición, algunas avanzan, otras se estancan y otras más retroceden y si el gobierno, no toma acción, lo hacen si es necesario, al margen de la ley.
De esta forma las personas que en un momento dado estaban a favor de algo, pueden cambiar y estar en contra y sus motivos no son casi nunca, simples. Es tarea del gobierno encabezar una guía donde quepan todos, para que de alguna manera se mantenga vigente y activo.
En esa tarea, este gobierno es ambiguo, por un lado, pareciera que da mucho y por otro que quita mucho, tiene fijo una serie de objetivos que cree que lo llevaran a hacer historia y otros con los que pretende incentivar el cariño y la lealtad de la gente. Sin embargo, no sólo es complejo el país, sino el planeta mismo, el mundo ya no es un lugar de territorios bien definidos, es una globalidad donde lo que pasa en China afecta a todos.
Lo que se creía imposible hace unos meses hoy es posible y hay que estar preparados para actuar en consecuencia y rectificar las metas, aunque a veces es doloroso algunos gobiernos, en el mundo, están tomando acciones para hacerlo.
Este gobierno se niega a modificarse, sus metas son fijas e inamovibles ¿No es precisamente una muestra de transformación saber adaptarse? ¿Por qué el presidente tiene que recurrir a mentiras para conservar su proyecto? ¿Él es quien miente o sus colaboradores no le dice la verdad, por miedo a su enojo o rechazo? Es verdad que esta crisis mundial podría haber caído como anillo al dedo a esta transformación, porque se hubieran podido sentar las bases de una nueva forma de vida y de unidad, ¿Se ve, está crisis como un obstáculo en el camino? ¿Es esto una transformación o sólo es un motivo para montarse en la historia, haiga sido como haiga sido?