Es importante resaltar que el nivel de sus iniciativas deja mucho que desear
Sergio Arellano
Como comenté en mi colaboración pasada, nos encontramos en el periodo de pre campañas. Querétaro renovará sus escaños, sus curules de orden federal, la gubernatura, presidencias municipales y por supuesto, el congreso del estado. En este artículo quiero centrarme en las y los legisladores. ¿Cuál es el perfil correcto de un legislador? Hagamos una fotografía panorámica. Hans Kelsen, uno de los grandes teóricos de la ciencia jurídica, afirmaba que el pueblo, per se, está fraccionado. Nos dividimos porque siempre existirá un pluralismo de posturas. Además, nos dice que los partidos políticos son necesarios para racionalizar los puntos de vista del colectivo. Concluye con que el derecho, es lo único que nos une.
Si esta es la premisa, ¿quiénes promueven las normas de derecho escrito? Las y los legisladores. Ahora, en tiempos de elecciones y candidatos para estos espacios, es importante precisar que devenimos del sistema parlamentario. Sus cimientos derivan del término “parlare” que en italiano significa conversación. En otras palabras, la finalidad del parlamento o poder legislativo es el desahogo de los temas públicos. Por ende, los académicos han coincidido en que su función principal se ha perdido. Se han dedicado exclusivamente a la propuesta de reformas legislativas y descuidaron el escrutinio legal de las acciones gubernamentales. También es importante resaltar que el nivel de sus iniciativas deja mucho que desear.
Con esto me refiero a que por un juego de palabras innecesarias ponen a trabajar al aparto legislativo. Cuando Montesquieu recomienda la división de poderes, advirtió que se estaba logrando un avance notable. El control del poder. Pero, por otro lado, dejaba en claro que el hombre siempre estaría tentado a abusar de ese poder cuando lo ostentara. Trasladando esto a la realidad del siglo XXI, ¿cuántos de los candidatos que contenderán en la presente elección, han optado por la reelección? Considero que parte de la responsabilidad de ejercer un cargo de elección popular es dejar que las mayorías y minorías también participen. Porque el gobierno de unos cuantos, recuerden, se convierte en oligarquía.