Con espolones de gallo
Por fin llegó el triunfo a nuestro feudo, tuvimos que esperar hasta la jornada 10 para conseguir sumar de a tres unidades y fue precisamente contra “el hermano mayor”, lo cual nos demuestra la irregularidad (o lo competitivo) de nuestro torneo, dado que Tijuana venía consiguiendo buenos resultados, que, incluso, lo tienen posicionado dentro de los ocho primeros en la tabla general. Aquí cualquiera le gana a cualquiera.
Vimos un partido bastante completo en el funcionamiento del equipo, el portero Rodríguez (4) lleno de seguridad y dando tranquilidad al cuadro bajo; la defensa con juventud y dinámica a excepción de Mendoza (2); la media cancha con López (202) en lugar de Hernández (14) y sin Barbona (20) es la fórmula; y la delantera más incisiva. Además, los cambios se hicieron a tiempo y teniendo clara la función que iban a desempeñar al sustituir a los elementos que ya habían rendido, ahí está el ejemplo con el gol de Sepúlveda (15), al final fue un encuentro redondo, tanto en la cancha como en la banca.
El empate contra Mazatlán lo resentimos como una derrota, porque no supimos aguantar el resultado cuando acariciamos con la yema de los dedos la tan ansiada victoria de visitante para romper la nada digna racha de 41 partidos sin conseguirla. Por cierto, no queremos dejar de felicitar a Torres (16) por su golazo, vaya que se tardó en hacer una buena jugada desde que llegó al club.
El día de hoy jugamos contra las llamadas “Águilas” del América, después de la supergoleada que le propinaron a los “cementeros”, el encuentro pareciera una emulación de David contra Goliat, todo México nos ve como víctimas propicias, dada nuestra condición de último lugar en ambas tablas versus el poderío demostrado por los de amarillo. Sin embargo, los aficionados a los plumíferos albos no perdemos la esperanza, porque ésta muere hasta lo último. De lograr un triunfo, nos catapultaría a “los cuernos de la luna”, por lo menos en el ánimo, aunque parezca… una misión imposible.
